Unterschwellig und gefährlich
Irgendwann in ihrem Leben erfährt jede Frau den Machismo am eigenen Leib. Denn er hat viele Gesichter. Da gibt es die unterschwellige Lightversion: ein anzüglicher Kommentar auf der Straße, die Fiat-Werbung, die frauenwuterprobte Autos an „böse Jungs“verkaufen will, oder auch die 95-Prozent-Quote der Frauen in Schulversammlungen und auf Spielplätzen. Und es gibt den Machismo, der beleidigt, verletzt, vergewaltigt, mordet. Tag für Tag, Jahr für Jahr. Nicht nur zum Tag der arbeitenden Frau am 8. März, sondern 365 Tage im Jahr, müssen wir uns deshalb die Frage stellen, warum Frauen im Europa des 21. Jahrhunderts trotz vieler Meilensteine in der Gleichstellung der Geschlechter weiter benachteiligt und dominiert werden. Warum Frauen bei gleicher Tätigkeit oft weniger verdienen als Männer, oder wieso es fast ausschließlich die Mütter sind, die für die Kindererziehung in Teilzeit gehen oder den Job gleich ganz aufgeben. Vielleicht ist es gerade die Lightversion des Machismo, die in der Gesellschaft geduldet und von künftigen Generationen verinnerlicht wird. Von jungen Männern und, ja, leider auch von uns Frauen. A toda mujer le llega el momento en la vida en que le toca vivir el machismo en su propia piel. Un machismo con muchas caras. Tenemos la versión light: un comentario indecente en la calle, la publicidad de Fiat para vender a "chicos malos" coches a prueba de mujeres furiosas, la cuota femenina en reuniones de padres o en los parques infantiles. Y luego está el machismo degradante, ofensivo, asesino y violador. Día tras día, año tras año. Por tanto, no sólo en el día de la mujer trabajadora – el 8 de marzo – sino los 365 días del año, deberíamos preguntarnos, por qué las mujeres en la Europa del siglo XXI, a pesar de los hitos conseguidos en la igualdad de derechos, siguen sufriendo discriminación y dominio masculino. ¿Y por qué las mujeres siguen ganando menos haciendo el mismo trabajo? ¿Por qué siguen siendo casi siempre ellas las que pasan a trabajar a tiempo parcial o abandonan su trabajo para ocuparse de la educación de los hijos? Quizá sea precisamente la versión light del machismo, la que está consentida por la sociedad y es interiorizada por las nuevas generaciones. Por los hombres jóvenes y, sí, por desgracia, también por nosotras mismas, las mujeres.