Meinung Konsens und Kompromisse
Die Spanische Verfassung wird 40 Jahre alt. Angesichts der hässlichen Grabenkämpfe, die sich die Parteien seit Jahren im Parlament liefern, erweckt der Blick auf 1978 Bewunderung und Neid. Die Ausarbeitung der Verfassung, mit der nach dem Tod des Diktators der Übergang Spaniens in ein demokratisches Land westlichen Zuschnitts und schließlich sogar ein aktiver Förderer eines vereinten Europas erreicht wurde, war möglich, weil sich alle Parteien zu Kompromissen und Konsens bereit erklärt hatten. Ein Parlament, in dem nach den Wahlen 1977 Gefolterte neben ihren Folterern saßen, wie berichtet wurde, wäre im Moment undenkbar. Ein gemeinsames Ziel, wie damals der Fortschritt des Landes, ist momentan nicht zu sehen. Die Madrider Bürgermeisterin Manuela Carmena sagte es deutlich: „Die Abgeordneten finden vieles, was die Regierung vorschlägt, gut, aber sie sind in der Opposition, also lehnen sie es ab.“Es ist höchste Zeit, im Parlament parteiinterne Eitelkeiten abzulegen und Konsens anzustreben – auch bei einer Reform der Verfassung, die nach 40 Jahren tatsächlich Modernisierung verträgt. Clementine Kügler La Constitución Española cumple 40 años. Ante las feas luchas de trincheras que los partidos políticos van librando desde hace años en las Cortes, la mirada atrás al año 1978 despierta admiración y envidia. La elaboración de la Constitución, con la que, tras la muerte del dictador, se abrió el camino para la conversión de España en un país democrático de corte occidental y, al final, incluso en promotora de una Europa unida, fue posible porque todos los partidos estaban dispuestos a compromisos y el consenso. Un parlamento en el que, tras las elecciones del 1977, tomaron asiento los torturados junto a sus torturadores, a día de hoy sería algo impensable. No hay metas comunes a la vista como lo era en su día el progreso del país. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, lo pronunció muy claro: "Muchos políticos están de acuerdo con propuestas del gobierno, pero las rechazan por el simple hecho de estar en la oposición." Ya va siendo hora de librarse de vanidades y aspirar al consenso parlamentario. Y eso, también en lo que a la Constitución se refiere, a la que, 40 años más tarde, le vendría bien una buena reforma.