Von wegen liberal
Ciudadanos (C’s) wäre der ideale Mehrheitsbeschaffer für die populärste Partei westlicher Demokratien, die Fraktion der Nichtwähler. Deren Anhänger führen ihre Wahlmüdigkeit auf einen überall weit verbreiteten Eindruck zurück: „Die (Politiker) machen ja, was sie wollen.“Diese Verarschung der Wähler muss bei C’s im Parteibuch stehen. Keiner liberalen Partei käme es in den Sinn, mit Rechtsextremen zu paktieren. C’s tut das. Da kann C’s in Andalusien einen Eiertanz nach dem anderen aufführen, wenn die Musik vorbei ist, bleiben PP, C’s und Vox gemeinsam auf dem politischen Parkett. Dieses Bild wird man im Parlament, in den Regionen bis hinunter in die Kommunen sehen können. Da fügt sich bereits der Bruch mit Valls in Barcelona wegen der Unterstützung von Ada Colau ein, ebenso der anstehende Rauswurf der C’s-Stadträte in Teulada nach der Unterstützung der Compromís-Kandidatin Rosa Vila oder der Bruch des Wahlversprechens in Calp nach der Unterstützung von Ana Sala (PP). Schade, eine liberale Partei hätte Spanien gut zu Gesicht gestanden.
De liberales, nada
Ciudadanos sería, en principio, un procurador ideal de mayorías para el más popular de los partidos de las democracias occidentales, que es el de los no votantes. Sus adeptos atribuyen el cansancio electoral que sufren a una impresión bastante generalizada, la de que „los políticos hacen lo que les de la gana.“Esta tomadura de pelo a los votantes parece estar escrita en el carné de partido de C´s. A ningún otro partido liberal se le ocurriría pactar con la extrema derecha. C´s sí lo hace. En Andalucía, pueden ir pisando huevos todo lo que quieran, al final, cuando la música deje de sonar, serán PP, C´s y Vox los que queden sobre el parqué político. Una imagen que será visible en el parlamento, en las comunidades y en los municipios. La ruptura con Valls en Barcelona por su apoyo a Ada Colau es ya parte de ella, al igual que el inminente despido de los ediles de C´s en Teulada por su apoyo a la candidata de Compromís Rosa Vila o la ruptura de la promesa electoral en Calp tras el apoyo a Ana Sala (PP). Una pena, un partido liberal le hubiera venido bien a España.