Mär vom nachhaltigen Hotel
Wiederholt sich die Geschichte an der Küste von Almería? Offenbar ist der Junta nichts besseres eingefallen als das Übliche: Bauen, um schnell ein paar Jobs zu schaffen und das ganze als einzig wirksames Mittel gegen die durch die Coronavirus-Pandemie verursachte Wirtschaftskrise zu verkaufen. Muss es ausgerechnet ein Hotel im bisher naturbelassenen Naturpark Cabo de Gata sein? Das neue Hotel entstehe ja aus einem bereits existierenden alten Landgut und sei mit allen Umweltgesetzen vereinbar, heißt es. Und der Parkplatz für 70 Autos, die durch den Park zum Hotel fahren und von dort aus Ausflüge unternehmen werden? Bisher galten strenge Beschränkungen. Besucher mussten zu Fuß oder mit dem Bus an die Strände Los Genoveses oder Monsul fahren. All diese Phrasen vom nachhaltigen Projekt, das Arbeitsplätze schafft, Touristen anzieht und die Gemeinde reich macht, wurden schon so oft gedroschen. Warum man ihnen nicht mehr glauben mag? Der Beweis steht gute 30 Kilometer entfernt am anderen Ende des Naturparks: Das Hotel Algarrobico mit seinen 21 Stockwerken und 411 Zimmern, für Umweltschützer Sinnbild für die mutwillige Zerstörung der Mittelmeerküste. Das Gericht erklärte den so gut wie fertig gebauten Koloss nach einem zehn Jahre dauernden Rechtsstreit im Jahr 2016 für illegal. Seit nunmehr 14 Jahren verschandelt das Hotel die Landschaft, obwohl es schon längst abgerissen sein sollte.
Hoteles contra la crisis
¿Se repite la historia en la Costa de Almería? La Junta de Andalucía no ha tenido mejor idea que reactivar el sector de la construcción para combatir los efectos de la crisis económica causada por la pandemia del coronavirus. Nos quieren vender que es la única manera de crear nuevos puestos de trabajo, que de paso sea dicho, serán mayoritariamente temporales. Para ello quieren construir un hotel de cuatro estrellas precisamente en uno de los últimos espacios naturales de la costa mediterránea, en el Cabo de Gata, famoso por sus playas vírgenes. El proyecto consiste en la rehabilitación y modificación de un cortijo ya existente, dice la Junta. Es compatible con todas las leyes ambientales. ¿Y el parking para 70 coches que pasarán por una zona de alto valor ecológico hasta el hotel? Hasta ahora había restricciones estrictas. Los visitantes de las playas de Los Genoveses o Monsul tenían que ír a pie o en autobús. Todos estos clichés sobre proyectos sostenibles que crean empleo, atraen turistas y enriquecen a la comunidad los hemos escuchado muchas veces. ¿Por qué no los creemos más? La prueba está a unos 30 kilómetros en el otro extremo del parque natural: el Hotel Algarrobico con sus 21 pisos y 411 habitaciones, que para los ecologistas es un símbolo de la destrucción de la costa. El tribunal declaró ilegal el hotel en 2016 tras diez años de pleitos. Desde hace 14 años sigue allí en la playa degradando el paisaje, aunque debería haber sido derribado hace mucho tiempo.