Auf ganzer Linie versagt
Die Illusion, dass Politiker das Volk vertreten, dessen Ängste und Sorgen kennen, sich in die Bürger hineinversetzen können, platzt umso schneller, je höher der Posten ist. Madrids PP-Landesministerpräsidentin Isabel Díaz Ayuso ist dafür ein Paradebeispiel. Was die 41-Jährige 11.500 Kindern aus den ärmsten Familien zumutet, ist nicht nur verantwortungslos, sondern grenzt an Körperverletzung. Über drei Monate werden sich diese Kinder jeden Tag von billigstem Fast Food ernähren, das die Landeschefin als Ersatz für das Mittagsmenü in der Schule ausliefern lässt. Die Ausrede, es habe keine Alternative gegeben, ist eine glatte Lüge. Ihr Argument „Kinder lieben Pizza“der Beweis, dass sie in ihrem Posten nichts zu suchen hat. Ayuso fügt den schwächsten Menschen, die dringend auf ihre Hilfe angewiesen sind, mit einem arroganten Achselzucken und freundlichen Lächeln immensen gesundheitlichen Schaden zu. Das hat nichts mehr mit Politik zu tun, das ist menschenverachtend und Versagen auf ganzer Linie.
Judith Finsterbusch
Un fracaso total
Que los políticos sean representantes del pueblo, que sepan de sus miedos y preocupaciones, que realmente puedan meterse en el lugar de los ciudadanos, es una ilusión que, cuanto más altas las esferas, menos se cumple. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (PP), es un ejemplo clásico para ello. Lo que está haciendo con 11.500 niños de las familias más pobres, no sólo es una falta de responsabilidad, sino roza el límite de la lesión física. Durante tres meses, estos niños van a alimentarse a diario con comida rápida más barata que les entrega la presidenta en sustitución del comedor escolar. La excusa de no haber tenido alternativa es una mentira. El argumento „a los niños les encanta la pizza“prueba que Ayuso no es apta para su cargo. Con un encogimiento de hombros arrogante y una sonrisa amable, está causando un inmenso daño en la salud de las personas más vulnerables, las que dependen de su ayuda. Eso ya no tiene nada que ver con política, eso demuestra su desprecio hacia la dignidad humana y es un fracaso total.