Covid-Tote missbraucht
Über 32.000 Menschen sind in Spanien nach offiziellen Angaben bereits der CoronavirusPandemie zum Opfer gefallen. Von Anfang an haben politische Kräfte diese Schicksale ausgenutzt und die Todesfälle instrumentalisiert, um politische Botschaften zu senden. Dass diese Menschen auch Familien haben, die in ihrer Trauer sicherlich nicht hören möchten, dass ihre Oma vielleicht auch ohne Covid-19 gestorben wäre, wird da schnell vergessen. Dieser Sensationslust wird nun in Gestalt des Flaggen-Auf- und Abbaus in Alboraya die Krone aufgesetzt: Der Verein spanischer Covid-Opfer, Anvac, stellte erst 53.000 Spanien-Flaggen auf – und die Linken von Frente Obrero tauschten sie kurzerhand gegen eine republikanische aus. Anvac-Vorsitzender Jaime Sánchez Bermúdez trat bereits für die rechtsextreme Partei Vox bei den Stadtratswahlen in Santander an – wohlgemerkt für eine Partei, die immer wieder mobil gemacht hat gegen Vorsichtsmaßnahmen und Gesetze für einen Schutz vor der Ausbreitung des Virus – und dieser Mann möchte jetzt die Menschen vertreten, die ihre Familienmitglieder oder Freunde an die Krankheit verloren haben? Natürlich mit tatkräftiger und medienwirksamer Unterstützung von Vox selbst. Und die Linken haben nichts Besseres zu tun als auf Kosten der Opfer ihre Abneigung gegen Vox auszudrücken. Solche Bewegungen sind an menschlicher Kälte und Gleichgültigkeit kaum zu übertreffen – von rechts wie von links.
Abuso de las víctimas
Según cifras oficiales ya más de 32.000 personas han muerto en España por la pandemia del Coronavirus. Desde sus comienzos hubo fuerzas políticas que han querido aprovechar los fallecimientos para lanzar sus mensajes políticos. Sin pensar que esos fallecidos tengan familiares y que éstos en su duelo seguramente no quieren oír que su abuela sin el Covid-19 hubiera fallecido igual. El colmo de ese tipo de sensacionalismo son los recientes montajes y desmontajes de banderas en Alboraya. La Asociación Nacional de Víctimas del Coronavirus, Anvac, plantó primero 53.000 banderas españolas, y los izquierdistas del Frente Obrero las sustituyeron a continuación por banderas republicanas. El presidente de Anvac, Jaime Sánchez Bermúdez, estuvo en las listas de Vox para las elecciones municipales en Santander, o sea, que concurrió por un partido, que ha ido siempre en contra de todas las medidas de precaución y cualquier iniciativa legislativa para frenar la expansión del virus. ¿Y este hombre quiere representar a las personas, que han perdido a un familiar o a un amigo por causa de la enfermedad del Covid-19? Por supuesto con un decidido y mediático apoyo del partido ultraderechista. Y los izquierdistas no tienen otra cosa mejor que hacer, que mostrar su rechazo a Vox a costa de las víctimas del Coronavirus. Ambos movimientos muestran una frialdad y una falta de humanismo insuperables, tanto los de la derecha como los de la izquierda.