Zu schrecklich zum Verstehen
Muy cruel para entender
Jemand Erwähltes zu sein ist schon eine Bürde. Siehe die Geschichte von Josef und seinen Brüdern in der Tora. Der vom Vater besonders geliebte Sohn wird zum Hassobjekt, dadurch verschleppt und fast getötet. Ist das nicht auch das jüdische Schicksal? Ein Rätsel ist dieses kleine Volk aus dem Nahen Osten, das so wundersam überdauerte, doch immer so viel Hass erdulden musste. Für den Verstand unbegreiflich bleibt das Töten von Millionen Juden durch die Nazis. Mitten in Europa, nicht lange her – und als Idee längst nicht abgehakt. All das, den Holocaust, den vielfachen Heimatverlust, den ganzen mühsamen Weg der Juden durch die Geschichte, den immer neu entstehenden Antisemitismus bis hin zum Massaker der Hamas am 7. Oktober muss man beachten, wenn man das heutige Israel verstehen will. Schon das ist alles andere als leicht. Nun aber sieht die Gaza-Offensive, zumindest aus unserer Ferne, gar nicht so nach reiner David-gegen-Goliath-Notwehr aus. Zu schrecklich sieht es für die Palästinenser dort aus, die an der Grenze zum gelobten Land die Hölle erleben. Natürlich provoziert die Hamas gezielt die schlimmen Szenen. Und natürlich steckt Israel in einem bösen Dilemma. Dennoch wünscht man sich von einem Volk, das Bedrängnis und Heimatlosigkeit so gut kennt, und sich auf einen heiligen Bund beruft, irgendwie etwas Anderes; wenn schon keine göttliche Eingebung, dann zumindest deutlichere Signale von Brüderlichkeit.
Ser alguien elegido es una gran carga. Véase la historia de José y sus hermanos en la Torá. El hijo predilecto de su padre se convierte en objetivo de odio, por lo que es secuestrado y casi asesinado. ¿No es ese también el destino de los judíos? Un misterio sí que es ese pequeño pueblo del Oriente Próximo, que sobrevivió tan milagrosamente, teniendo que soportar siempre tanto odio. Inconcebible para nuestra mente sigue siendo el asesinato de millones de judíos por los nazis no hace tanto y en medio de Europa, y como idea aún no superada. Todo eso, el holocausto, la repetida perdida de su patria, el tan difícil camino de los judíos a través de la historia, el una y otra vez renacido antisemitismo hasta la masacre perpetrada por Hamás el 7 de octubre, hay que tenerlo en cuenta si se quiere entender a la Israel actual. Y eso ya es bastante difícil. Pues la ofensiva en Gaza, vista desde nuestra distancia, no parece una legítima defensa como la de David contra Goliath. Es demasiado cruel para los palestinos el infierno que están viviendo en la frontera de la tierra prometida. Por supuesto, Hamás provoca deliberadamente las terribles escenas. Y que Israel se encuentra en un dilema maléfico. Aun así, de un pueblo que conoce tan bien las dificultades y la falta de patria y que se remite a una alianza santa, se espera de alguna manera otra cosa. Si no una inspiración divina, por lo menos unas muestras más claras de fraternidad.