LA SIESTA REDUCE LA INFLAMACIÓN
Disfrutar de una siesta después de comer reduce los marcadores de inflamación en el organismo. El cerebro sale especialmente beneficiado: la siesta previene la pérdida de memoria y la falta de concentración. En cierta medida puede compensar un sueño demasiado corto, pero conviene dormir 7-8 horas seguidas por la noche. El estudio se ha publicado en General Psychiatry.