Revisitar el viejo París desaparecido
Parodiando a Francisco Silvela, «¿París en verano, con dinero y sin familia, Baden-Baden». Playas gratis, exposiciones francamente potables, conciertos a mansalva, teatros callejeros y revisión de los grandes maestros que inmortalizaron la calle de un París desaparecido. Quizá la gran exposición a ver, degustar, apreciar y salir feliz sea Los impresionistas en Londres, en el Museo del Petit Palais. Los grandes maestros impresionistas no solo descubrieron el Mediterráneo: también encontraron en los amaneceres y atardeceres de Londres, desde los puentes del Támesis, una fuente de inspiración que contribuyó a modificar la Historia del Arte.
En otro plano, quien desee descubrir el más legendario y desaparecido París descubrirá un rosario de pequeñas joyas en la exposición Willy Ronis por Willy Ronis, en el Pabellón Carré de Baudouin. Uno de los grandes maestros de la fotografía humanista revisitando el más inolvidable de los barrios populares, Belleville / Ménilmontant, el barrio de Edith Piaf y Maurice Chevalier… Un París desaparecido, que bien vale la «peregrinación» a un barrio que no tardará en esfumarse, víctima del multiculturalismo.
Cuando los teatros tradicionales cierran por vacaciones, el Festival de París presenta, en las inmediaciones del Castillo de Vincennes, el Colectivo 49701 (un grupo de teatro dando guerra callejera). Ofrece los primeros episodios, en serie, de una adaptación teatral de Los tres mosqueteros, la legendaria novela de Alejandro Dumas. Si la canícula aconseja un remojón, lo más sencillo quizá sea recalar por las orillas del Sena, donde se celebra Paris Plages. Las orillas del río, convertidas en playa artificial, donde es posible ducharse, en bañador, o con poca ropa, antes de tenderse en un césped artificial, haciendo hora para tomar una copa o seguir un curso intensivo de baile clásico (tango) o moderno.