Dennis Johnson, póstumo e inmortal
«El mundo sigue girando. Está claro que, mien- tras escribo esto, no estoy muerto. Pero tal vez lo esté para cuando ustedes lo lean», nos advierte el narrador en las últimas líneas de «Triunfo sobre la tumba», uno de los cinco relatos que componen «El favor de la sirena» de Denis Johnson. Y no mentía, es verdad: este libro fue escrito con la certeza de su autor de que sería póstumo pero –paradójicamente– el efecto de su publicación fue el de convertirlo en un inmortal.
Porque antes de «El favor de la sirena», el ya considerado uno de los grandes Johnson (Alemania 1949–Estados Unidos 2017), había firmado títulos imprescindibles. A saber: «Ángeles derrotados», «Sueño de trenes», ese torrencial «gótico californiano» aún por traducir que es «Already Dead». Y –tal vez por encima de todos– «Hijo de Jesús»: novela-en-relatos de 1992 adorada/envidiada por colegas con la que «El favor de la sirena» conecta y cierra el círculo. Aquí la prosa visionaria de Johnson –fundiéndose con las de Dante, Melville, Isaak Babel, Cheever, Kerouac y Bob Dylan– persigue y rodea a un publicista al que se le acaban las ganas de vender y de comprar, a unos adictos desintoxicándose sin éxito, a unos escritores agonizantes y a un poeta obsesionado por la sombra del legendario hermano gemelo de Elvis Presley muerto en el parto. Todos convencidos de que «La vida después de la muerte, los fantasmas... son cosas que damos por sentadas. Si no, ¿dónde estaría la diversión?». Quién sabe... Una cosa es segura: la genial diversión de Johnson está aquí. En sus últimas palabras de primer nivel. En otro de sus libros que nos sobrevivirá a todos. Así que –mientras podamos y el mundo gire– mejor leer aquello tan vital que Johnson escribió cuando estaba vivo.