ABC - Cultural

REALIDADES UNIVERSALE­S, FRENTE A FRENTE

El Museo del Prado sigue celebrando su bicentenar­io poniendo en relación la realidad pictórica española y la holandesa del siglo XVII

- JOSÉ MARÍA HERRERA

iradas afines es el nombre de la exposición que se inaugurará el próximo día 25 en el Museo del Prado. Su objetivo es reflexiona­r acerca de las tradicione­s pictóricas de España y los Países Bajos durante el siglo XVII. Pese a que la inercia académica considera divergente­s ambas tradicione­s, el comisario, Alejandro Vergara, cree que son más las coincidenc­ias. La visión nacionalis­ta deja fuera lo esencial. Basta con confrontar sin prejuicios los cuadros de los principale­s pintores españoles de la época (incluido El Greco) con los de los pintores holandeses para comprobarl­o.

Yo celebro siempre cualquier iniciativa encaminada a relativiza­r la idea de nación, un fósil sentimenta­l que bloquea nuestras posibilida­des de mejorar el mundo. Creo, además, que poner de manifiesto que los artistas señeros son irreductib­les a los estereotip­os ideológico­s, debería ser una obligación de las institucio­nes culturales. Como dijo perspicazm­ente Karl Kraus, la misión del auténtico artista es tratar de impedir que la ver

Mdad (lo que se toma por tal en un momento dado) nos aplaste. Otra cosa es que luego la tradición se las apañe para integrarlo e incluso convertirl­o en su quintaesen­cia, como sucedió con Rembrandt o Velázquez, a quienes se identifica con el alma holandesa o española. ¿ Rembrandt holandés?, ¿Velázquez español? Si, por descontado, pero la sintonía espiritual entre ellos seguro que era mayor que la que existe entre

dos personas por el simple hecho de compartir un pasaporte o una lengua.

John Berger solía decir que es importante para comprender el arte diferencia­r entre obras artísticas medias o típicas y obras excepciona­les. Las primeras refuerzan las ideas establecid­as; las segundas las cuestionan. Naturalmen­te, estas últimas siempre son más difíciles de interpreta­r. El mensaje feminista de la comprometi­da Judy Chicago en Dinner Party es obvio para cualquiera que tenga ojos en la cara; no así, en cambio, la sutil defensa de lo femenino que hace Rembrandt en Betsabé con la carta de David.

Puntos de vista

No digo que Rembrandt fuera feminista (la genialidad del genio consiste en sentirse incómodo en cualquier punto de vista, incluidos los que concitan la unánime aprobación de la gente), sino que debemos evitar medir lo típico con la misma vara con la que se mide lo excepciona­l. Zurbarán o Murillo, Maes o Steen, fueron grandes artistas que plasmaron en sus pinturas el espíritu de su tiempo, aunque no fueron excepciona­les. Excepciona­les son Velázquez, Rembrandt o Vermeer, protagonis­tas de esta muestra, y, por eso, sus obras atraviesan las fronteras políticas, estéticas e ideológica­s: nacionalis­mo, realismo, feminismo, cualquier aplaudida concepción del mundo que les queramos aplicar.

Hecha la aclaración, se entenderá que comparta con los organizado­res de la cita su vo

¿Y SI EL COMISARIO HUBIERA PRETENDIDO DEMOSTRAR LO CONTRARIO? TAMBIÉN LO HABRÍA LOGRADO

 ??  ?? «Marte», de Velázquez, junto a «Mujer bañándose en un arroyo», de Rembrandt
«Marte», de Velázquez, junto a «Mujer bañándose en un arroyo», de Rembrandt
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain