El paisaje como construcción
Hay dos decisiones que se toman históricamente hacia 1818 en las Lecciones de Estética de Hegel que determinan el cambio de paradigma de la estética antigua (entendida como una filosofía de la belleza y como doctrina general de la sensibilidad), hacia la contemporánea (asumida como filosofía del arte). La primera tiene que ver con la superioridad que –en contra de la opinión de Kant–, Hegel le otorga a la belleza artística frente a la belleza natural; la segunda, con su modo de demostrar que incluso la belleza natural es algo histórica y artísticamente construido. Esto es particularmente pertinente a la hora de reflexionar sobre el paisaje, para mostrar que, lejos de ser el paisaje una belleza natural, que se contempla «naturalmente » , es, en realidad, algo históricamente devenido. Dicho en otros términos, podríamos argumentar que el paisaje es una invención de la pintura.
Irene Grau, Daniela Libertad y Clara Montoya han decidido en esta exposición en Nieves Fernández reflexionar sobre esta idea históricamente devenida del paisaje, y sobre su relación «artificial» con el arte. Pero, lejos de pintar, fotografiar o componer bellos paisajes con sus obras, se han centrado más en la compleja relación entre el mapa y el territorio, trastocando deliberadamente las relaciones entre lo artístico y lo natural. De este modo, los lienzos de Grau se naturalizan, allí donde las piedras crudas de Montoya, sin aparente tratamiento escultórico, se convierten en obras de arte. Finalmente, unos cristales de sal sobre la palma de la mano de Libertad se transforman en mapa, en territorio y en paisaje. Irene Grau, Daniela Libertad y Clara Montoya MapaSuelo-Paisaje GALERÍA NIEVES FERNÁNDEZ. MADRID. C/ BLANCA DE NAVARRA, 12. HASTA FINALES DE JULIO.