Trisha Baga, imagen escindida
Inspirado en algunas ideas de Benjamin, entre otros, DidiHubermann intentó definir un tipo de experiencia visual que provoca la escisión del sujeto (que mira) cuando han desaparecido las convenciones de la representación en las que éste constituía el centro de la operación visual, «cuando ver es sentir que algo se nos escapa: dicho de otro modo, cuando ver es perder». La abundancia de estímulos visuales que recibimos a través de los diferentes medios determina el régimen escópico en el cual nos desenvolvemos, casi imposible de abordar desde categorías fijas, pues carecen de utilidad ante su vertiginosa dinámica y multiplicidad de motivaciones, desarrollos, dialécticas... Las imágenes que el artista actual pueda plantear se hallarán concernidas por esta situación.
Una opción sugerente para aproximarnos al trabajo de Trisha Baga (Florida, 1985) es invertir la fórmula del ensayista galo y hablar de imagen escindida. En su caso, no se trata de una simple labor de ruptura o deconstrucción icónicas, sino de la orquestación de una propuesta donde todo se encuentra abierto, en continuo movimiento, cambiante y disperso. En sus obras se acumulan los elementos, las referencias, los soportes, los materiales, cosas que provocan la sensación de que ya nada puede ser dicho de forma estable, con alguna garantía de permanencia. Esto requiere del espectador estar dispuesto a activar las piezas (los cuadros con impresiones lenticulares) y dejarse envolver por múltiples estímulos que le procurarán una experiencia paradójica, tan intensa como errática. Trisha Baga Winter's Springs GALERÍA MARTA CERVERA. MADRID. C/VALENCIA, 28. HASTA EL 31 DE JULIO