La Barcelona de hoy en clave de humor
El escritor catalán Javier Pérez Andújar nos propone una divertida y paródica fábula, repleta de guiños, cameos y trasuntos
Los libros de Pérez Andújar (San Adrián del Besós, Barcelona, 1965) son fronterizos entre géneros, difíciles de clasificar, aunque mantienen una unidad que los hace muy reconocibles, parte de una obra mayor. En La noche fenomenal, una mezcla de comedia negra, ciencia ficción y autorretrato sentimental, se reúnen de nuevo sus temas centrales en una alocada trama distópica. Divertida hasta la carcajada, cuenta como unas obras en la Plaza de las Glorias alteran un punto geodésico conectado con el espaciotiempo y crean unas grietas que comunican la Barcelona real con otra paralela. Un grupo de amigos que tiene un programa sobre sucesos paranormales en la televisión local descubre esta ciudad reflejada y decide pasar a ese otro lado donde sus habitantes se están transformando en personajes famosos (desde Orzowei a Chanquete, Mary Santpere, o unos delirantes Starsky y Hutch convertidos en mossos d’esquadra).
ingenio y humor inteligente, es un roman à clef plagado de guiños, cameos y trasuntos. La cultura popular, presente siempre en Pérez Andújar, es una protagonista más: igual se describe un diccionario estropeado con una canción de Rocío Jurado (porque se nos rompió de tanto usarlo) como escuchamos a un personaje describir a otro con la canción de Marco –los dibujos animados de los 70 inspirados en Corazón, de De Amicis– o encontramos a cinco filólogos policías que han montado una secta para «poner fin al crimen social y ortográfico». Y en esa misma clave, la convivencia de la Barcelona real con la del otro lado y la normalidad con la que los personajes viven este suceso que fractura la sociedad podría interpretarse como una parodia del procès. Pero esto ni la enturbia ni la convierte en un alegato político. Al contrario, es un juego más de los muchos que pueblan esta comedia agudísima. La noche fenomenal Javier Pérez Andújar Anagrama, 2019 páginas euros
al lenguaje, a la palabra y al arte de contar historias: es una celebración de la novela, del cómic, de la poesía, del cine, de las canciones, del libro («lo mejor que hemos dado de nosotros mismos»). Es un tributo a la amistad, a la camaradería, a esa complicidad que se crea entre los seres que elegimos para que formen parte de nuestras vidas. Pero sobre todo es un homenaje a los amigos reales del autor, a quienes ha convertido en personajes (con un estupendo José Batlló, mítico editor de El Bardo y librero de Taifa, horrorizado en la ficción por aparecer en una novela, o un Curtis Garland como Carl Malone, que describe las miserias de los escritores de novelas pulp de kiosco, que escribían a destajo para apenas ganarse la vida).
Da la impresión de que Pérez Andújar se lo ha pasado muy bien escribiendo esta historia y consigue que el lector disfrute tanto como él.
ESTAMOS ANTE UN HERMOSO HOMENAJE