EN BUSCA DEL TIEMPO SOÑADO
«La musa intrusa», de Gonzalo Suárez, describe las epifanías de una vida y supone la feliz conjunción de dos territorios literarios, lo vivido y lo soñado
La memoria dota a la imaginación de una ficción formidable. Crea un personaje y lo pasea a lo largo de una vida entre sombras y ensoñaciones. Lo vivido y lo soñado comparten el mismo argumento, o mejor, idéntico protagonista. El fundamento de la memoria es el olvido; el de la ficción, lo quee pasó o lo que se soñó y se cuen-nta. La musa intrusa de lo
(Oviedo, 1934) es la felizliz conjunción de ambos territoriosios literarios. En su obra nadie sabeb cuándo empieza una y termina otra. He ahí su magia, su genial singularidad. Suárez a nadie se parece, su obra muestra una radical voluntad de llegar allí donde pocos llegan, crear unos personajes que contemplan la realidad desde un ángulo oblicuo, tan atractivo como desconcertante. Este libro es una dedicatoria de 175 páginas. En las primeras cien, se cuentan las epifanías de una vida: el Madrid oscuro de los años cuarenta, el padre catedrático de Francés, represaliado; la relación con un compañero de Facultad, de nombre
la vecindad en la calle de Ibiza con
y los el exilio en París, el matrimonio; la mejor Barcelona del siglo XX, cosmopolita, inquieta, salvaje; informante futbolístico, espléndido por cierto, de
cuando el Inter de Milán era Dios en Europa; libros, publicaciones, películas, quien le trataba como «mi hermano indio»;
en Hollywood, Pepín «el nuestru», las búsquedas espiri
Gonzalo Suárez (sobre estas líneas). Literatura Random House, Barcelona, 2019. 175 páginas. 17,90 euros tistas con cierta sorna y silencio y el sarcasmo, la ironía, el juego y una poderosa imaginación, nada habitual en la literatura y el cine español.
En Gonzalo Suárez hay un brillo, inteligencia, asombro, emoción que casa mal con el sentido general. No es raro que
señalara a y a Suárez como los dos autores más deslumbrantes que había conocido. Esta obra lo confirma. La segunda parte es, de nuevo, el vaivén irónico del laberinto y el tablero de la ficción sobre ficción. la ironía cervantina, la novela gótica, la broma que es el amor, están ahí. Sí, el libro es una dedicatoria inmensa, emocionada, conmovedora a su padre. Para los que hemos tenido la infinita suerte de leer Ban-Go-Koo. Recuerdos y aventuras del África Austral (1943), cuyo autor es
padre, extraordinario traductor de descubrimos que en sus páginas se encuentra la portentosa imaginación literaria de Gonzalo Suárez, director de ese monumento cinematográfico que es Remando al viento, siempre atento a su particular musa intrusa.
Gonzalo Suárez recuerda que el cine es «la mirada del director». Largo viaje hacia la noche del realizador chino es la apoteosis de la mirada. ¿Qué se cuenta?, ¿una desdichada historia de amor?, ¿un extraño thriller? La magia la contienen las imágenes, desconciertan y deslumbran. El espectador se ve inmerso en un viaje del que se ignora el destino y apenas se vislumbra la procedencia. Un cine que indaga e inquieta. Un soberano desafío al espectador.
En el Barrio de las Letras madrileño, a un paso de la que fue casa de Lope de Vega, de Cervantes, en calle de León 12, Casa González. Allí desde los años treinta del siglo pasado, el ultramarinos es hoy una taberna donde encontrar raclette, cecinas, atún ahumado, bacalao, mojamas, salazones, tapas tan naturales como exquisitas. A la sombra de un tiempo soñado, sencillo y único.
Suárez
Claudio Rodríguez; Vicente Aleixandre, Dionisio
Ridruejo
nio Herrera
Ray Bradbury
Panero;
Peckinpah
Hele
«LLa musa iintrusa».
AUTOR DESLUMBRANTE.
Balcells
García Márquez
«LARGO VIAJE HACIA LA NOCHE», DEL REALIZADOR CHINO BI GAN, ES LA APOTEOSIS DE LA MIRADA
Shakespeare,
IMÁGENES MÁGICAS.
CASA GONZÁLEZ.
Bi Gan