Hannah Arendt, una vida apasionada
Solvente biografía vital e intelectual de la gran pensadora, a través de amplios materiales, entre otros epistolarios inéditos
Ginebra, 14 de octubre de 1956. Hannah Arendt celebra su quincuagésimo cumpleaños. Está sola y recibe un telegrama de su amigo Karl Jaspers en el que entre otras cosas le escribe lo siguiente: «¡Qué vida ha tenido! Le ha sido dada y se la ha ganado con una perseverancia que ha dominado la infelicidad». Además de un elogio de resonancias aristotélicas (perseverar en el bien), no es un mal resumen de la vida de Arendt ni tampoco del empeño que parece guiar este libro notable. Cuando aún le quedaba por vivir un cuarto de siglo, estaba en la plenitud de su trabajo intelectual: en ese periodo escribe y publica dos obras fundamentales, Los orígenes del totalitarismo (1951) y La condición humana (1958), y se había convertido en el mundo académico norteamericano y en de la Alemania de la postguerra en un punto de referencia, con frecuencia contestado pero generalmente respetado tanto por su generación como por la precedente.
con instinto de buen periodista el rastro de una vida plena en amistad, amores, incertidumbres y penas pero antes que nada en fabulosos logros intelectuales y en una esperanza cierta. Para ello se ha servido de las fuentes habituales en un trabajo de esta naturaleza: obras de contexto, epistolarios éditos e inéditos e incluso algunos testimonios cuando ha sido posible. Al mismo tiempo, en un acertado equilibrio entre lo narrativo, lo descriptivo y lo reflexivo, Adler ha sido capaz de explicar con claridad y brevedad algunas notas de su pensamiento. Se agradece, sin que se trate de un material desdeñable ni desdeñado por la biógrafa, que no se centre en las polémicas que Arendt libró, en sus posiciones respecto al juicio a Eichmann en Jerusalén, la revolución húngara, la segregación racial en el mundo educativo estadounidense o la guerra de Vietnam. Adler ha comprendido muy a fondo que la posición política de Arendt tiene unas raíces profundas y que no se entiende sin conocer bien por ejemplo la crisis de la Universidad alemana antes del nazismo o describir con la infinidad de matices que comporta el sentido de fidelidad en la amistad que vertebraba su vida y no me refiero solo a Heidegger, un caso de nuevo envuelto en una polémica demasiado morbosa, sino en relaciones de extraordinaria riqueza como fueron las que mantuvo con Walter Benjamin o Hermann Broch. Hanna Arendt: una biografía Laure Adler Ariel, 2019 páginas euros
está bien tratada. Adler acierta de nuevo en lo esencial al buscar luz más en el pensamiento y en el recogimiento personal de la autora que en la polémica ruidosa o en el plano meramente sentimental-nacional y no digamos étnico. La clave está en la superación del concepto de paria en favor del concepto racional de ciudadano de un Estado democrático. Este libro ofrece por tanto una visión de conjunto aceptable (y no era tarea nada fácil).