Aún quedan días de verano
El verano actúa en nuestro imaginario como una promesa de felicidad. Generalmente, el que está por llegar se carga de esperanza y el que se ha vivido nos persigue con el eco de la nostalgia. Esa melancolía y lucha porque el estío permanezca en nosotros se materializa en las fotos tratadas de Edouard Taufenbach. Las 17 imágenes que presenta, por su tratamiento formal, consiguen justamente esa suspensión del tiempo, esa persistencia de las sensaciones asociadas a esa etapa del año. El francés rescata imágenes veraniegas del archivo de Sebastien Lifshitz y las hace pasar por un proceso de descomposición y recomposición, de modo que las convierte en caleidoscópicas. No persigue una descomposición de lo reconocible para que devenga abstracto o para potenciar el dinamismo, sino una sintaxis o gramática de «lo fotográfico» que redunde en la semántica y que nos traslade ese eco inextinguible del último verano, su remembranza. Sus obras pasan a tener un carácter vibrante gracias a lo secuencial y a la fragmentación, a los motivos reconocibles que se repiten expandiéndose por toda la superficie como un metafórico permanecer en la memoria. Los colores virados y el blanco y negro potencian la «vis» melancólica, mientras que la fragmentación detona narraciones animadas –nunca mejor dicho– por ese carácter secuencial. Edouard Taufenbach L'été dernier ALIANZA FRANCESA. MÁLAGA. C/ BEATAS, 36. COMISARIOS: LOS INTERVENTORES. HASTA EL 12 DE ENERO