La mirada del ángel de la Historia
Compone en su último y reciente trabajo un relato histórico de largo y dilatado alcance en el tiempo
Juan Gómez Bárcena
Juan Gómez Bárcena (Santander, 1984) es autor de una obra muy medida, muy equilibrada, pensada hasta los detalles nimios de composición y con referentes cultos de variada índole y procedencia. Publicó un libro de relatos, Los que duermen y cuatro novelas, El héroe de Duranza, Farmer Stop, El cielo de Lima y Kanada, que quedó finalista del Premio Tigre Juan, obras que destacan por su coherencia. Los que duermen es un libro de relatos que se expande por variadas fuentes, desde la literatura fantástica, a las sagas nórdicas, a las Crónicas de Indias, los cuentos de hadas, las distopías a lo Huxley aliadas a la robótica de Asimov. Había en este título tres cuentos, «La espera», «Los que duermen» y «Fábula del tiempo», que hacían de este libro un ramillete bendito de literatura posmoderna a lo William Gaddis. En El cielo de Lima recreaba una curiosa relación amorosa de Juan Ramón Jiménez que me recordó a la escrita por Joyce sobre una alumna suya cuando daba clases de inglés en Trieste.
LUEGO VINO «KANADA», nombre de un pabellón del campo de exterminio de Auschwitz, escrita a raíz de la indignación que aconteció al escritor cuando visitó el campo ya que combinaba con extraña inquietud un relato arcádico de la vida cotidiana de los presos, por ejemplo, su ejemplar camaradería, con la realidad del horror vivido. Sin embargo, la novela no se centraba en ese hecho sino en otro horror menos estudiado, la suerte corrida por casi quince millones de desplazados. Ni siquiera los muertos, su última novela, es un relato histórico de largo y dilatado alcance a través de los tiempos pero cuyo espacio está muy delimitado. El autor dice haber pensado el sentido de ello gracias al ensayo de Benjamin Sobre el concepto de Historia, representado en ese dibujo de tinta china, tiza y acuarela de Paul Klee, ese Angelus Novus con el que el ensayista alemán se regalaba su propia visión de la pesadilla que representaba la Historia y que no tenía remisión posible. Gómez Bárcena relata los avatares de Juan de Toñares, un soldado español que tras la conquista de México se ha quedado rezagado y ha querido hacer fortuna regentando un chiringuito.
Ni siquiera los muertos
VIAJA HACIA EL NORTE CON UN ENCARGO que le han hecho: encontrar al indio Juan y asesinarlo, si es posible por haber traducido la Biblia al español. Toñares va al Norte a través de un viaje fluvial, iniciático, que tiene su referente literario en el Kurtz de El corazón de las tinieblas pero que recuerda más en su descalabrada y afiebrada carrera al Benjamin Billard de Apocalypse Now. Toñares termina encontrándose en ese Norte con Ciudad Juárez y el muro que tanto publicita Trump. Un salto histórico para un concepto circular del poder que causa cierto pavor y donde el indio Juan se transmuta en jefe mafioso. Una buena novela.