Cuando el corazón es un cazador solitario
Casi medio siglo después, sale a la luz «Homegrown», el álbum fantasma de Neil Young, trabajo nacido de un corazón roto. El cantante canadiense lo sitúa en la línea de sus grandes obras, como «Harvest»
l llegar 1975, Neil Young tuvo un bajón importante. El 20 de junio lanzó su sexto álbum, Tonight’s the Night, grabado en vivo en el estudio antes, el 26 de agosto de 1973. Una cruda efusión de emoción inspirada por las muertes relacionadas con las drogas de sus amigos Danny Whitten y Bruce Berry. El sonido era tan oscuro que Neil se asustó y lo dejó enterrado en un cajón. Comenzó entonces a grabar un álbum de country folk más asequible llamado Homegrown. Pero la cosa se complica: a la muerte de sus dos amigos se une el fin de su relación con Carrie, que luego pasaría un calvario al unirse a Jack Nitzsche. Mira hacia atrás con perplejidad. Los cinco años anteriores le han dado para comprarse un rancho y ser encumbrado gracias a obras maestras como Harvest o After The Gold Rush. Es capaz de presentar diecisiete canciones nuevas en directo en un flujo creativo que no hace más que agigantar su leyenda.
Aunque se hubiera truncado su carrera tras Buffalo Springfield, ya estaría enmarcada en los libros de Historia. Se ve como un dios hippie, ubicuo y omnipotente, recorriendo el país en interminables giras con Crosby, Stills, Nash & Young. Su directo en el Fillmore East es aún recordado como uno de los momentos de electricidad más excitantes de todos los tiempos. Y, frente a la resaca que siguió a la era de los
Agrandes festivales, de Monterrey, Woodstock o Altamont hasta el de la isla de Wight, Neil va de resurrección en resurrección, superando el listón con cada nueva entrega.
Los archivos renovados del canadiense muestran una línea de tiempo en los primeros setenta cargada de talento, unos bolsillos los suyos de los que se le caían las canciones como a un buscador de oro que hubiera encontrado el filón y no supiera qué hacer con tantas pepitas doradas. Surge así el misterio
EL ÁLBUM, AHORA, ES COMO «ESE PAQUETE POSTAL PERDIDO EN CORREOS Y POR FIN RECUPERADO»
de Homegrown, un disco fantasma que no llegó a publicar en 1975 y que hoy ve la luz cuarenta y cinco años después.
Lo que ocurrió fue un cara o cruz de lo más simple. Según John Einarson, «en una fiesta para una audición experta del disco, las canciones de Tonight’s the Night se tocaron después de que el álbum Homegrown terminara. Entonces, fueron varias las personas que comentaron que Tonight’s The Night era el mejor álbum, así que Young decidió lanzarlo en su lugar».
Neil veía más posibilidades en directo, una mayor mordiente a las canciones allí contenidas. Homegrown, al igual que el otro, había nacido de la descomposición de un tiempo, de la pérdida, de las esperanzas truncadas, de una generación ahogada en placeres que acabaron mostrando su poder autodestructivo. Pero Neil intuía que aquellas canciones no eran piezas menores. De ello habla el hecho de que fueran incorporadas aquí y allá posteriormente, en Decade o Zuma, o presentadas por sorpresa en
CINCO DISCOS IMPRESCINDIBLES