Enrique Marty abre capítulo
Llega el Capítulo IV del vídeo «infinito» de Enrique Marty (1969), acompañado de sus ya compulsivas series de dibujos; compulsivas, porque hay algo de insaciable, tanto en la producción como en el consumo que nosotros hacemos de esas obras. Su trabajo siempre esconde miles de referencias. Marty es un artista que nos hace pasar de pensar de Goya a Matías Sánchez, de Nietzsche a Drácula; o del arte más clásico al barroco más profundo. En este caso, en la muestra de la bilbaína galería Marzana, lo provocan no sólo las pinturas (imágenes que componen luego el Episodio IV), sino también la piezas tridimensionales: Una serie de esculturas imposibles de falsa porcelana totalmente satíricas. En esta ocasión, el salmantino desdibuja la pintura, la aleja de esa maestría tan fresca a la que nos tiene acostumbrados para ser más bizarro, para confundirnos, quizás, consiguiendo sumergirnos en ese torbellino de incertidumbre que no es sólo el estado de la sociedad actual, sino las reflexiones filosóficas más profundas de uno de los artistas que mayor capacidad tiene para mezclar todos los estímulos a los que nos sometemos a diario y trasladarlos a un estado de sublimación. Siempre es de agradecer que un creador no se acomode y corra riesgos: él lo hace, abre capítulo, pero fiel a sí mismo. Porque Marty siempre consigue generar una nueva lectura, cargada de capas, a las que hay que estar dispuesto a asomarse. Cada uno de los impactos que provoca es un universo nuevo de reflexiones nada triviales. Del mismo modo que abrimos temporada, abramos pues el Capítulo IV.
Enrique Marty Reino del régimen muñeco ESPACIO MARZANA. BILBAO. C/ MUELLE MARZANA, 5. HASTA EL 18 DE SEPTIEMBRE
Una de las pinturas de Marty en Bilbao