CON EL FOCO EN EL «AFFAIRE KRASNER»
Primera retrospectiva europea de Lee Krasner, digna representante del expresionismo abstracto a la que le pasó factura su relación con Jackson Pollock
los desnudos del natural, unos interesantes carboncillos cubistas que realiza en la academia de Hans Hofmann tras ver el Guernica en la Valentine Gallery en 1939 (Picasso está presente en casi toda su obra, junto a Cézanne, Matisse y el art informel francés); también, en un vídeo, pueden verse los diseños para anuncios del War Service que realizó en 1942, importantes en la medida en que retratan ya al personaje que hoy conocemos: Krasner, que había nacido en el seno de una humilde familia de judíos ucranianos recién llegados a Brooklyn, vivió siempre de su pintura y de múltiples trabajos, fue muy activa y militante y su obra filantrópica aún pervive.
Entre especulaciones
También en esta sala hay una selección de obras tempranas, informalistas, de entre 1946 y 1950. Son tal vez las obras de esta etapa, laberínticas y abigarradas como las de Wols o Klee, las que podrían dar pie a especulaciones sobre la influencia que ejerció sobre su marido.
Entre 1954 y 1956 su obra alcanza la madurez. Piezas como Velas encendidas, Profecía (donde Pollock le dijo que debía quitar un ojo y no lo hizo) o Tres en dos (donde Greemberg se planta) son gran pintura y ya justifican la reivindicación de su figura al margen de la de su –fugaz– marido.
Las obras de 1960, todas de gran formato, monocromas, en tonos ocres y pintadas en noches de insomnio, ilustran su duelo tras la muerte de Pollock y también son extraordinarias. En 1966 vuelve al color y ensaya gestos amplios en lo que parece una nueva deconstrucción de su pintura anterior. Es su mejor momento porque luego las fuerzas la abandonan: hay una amplia colección de pequeños gouaches de 1969, y unas abstracciones geométricas más dudosas de 1971 (año en que, agotada, delega la gestión del legado de Pollock) y 1974.
Finalmente, en 1976, recupera sus carboncillos cubistas de los treinta y los recorta, compone con ellos sobre motivos geométricos, como si recordara los inicios ilusionantes en los que tenía que viajar horas para ir a la única academia en la que admitían a mujeres.
Lee Krasner Color vivo
Museo Guggenheim. Bilbao. Avda. Abandoibarra, 2. Comisarias: Eleanor Nairne y Lucía Aguirre. Coorganiza: Barbican Center de Londres. Patrocina: Seguros Bilbao. Hasta el 10 de enero de 2021