PHILIP KERR, ARTE Y TIEMPO DEL CRIMEN
Fallecido en 2018, Kerr dejó títulos que lo definen como maestro del género con mayor número de lectores y discípulos
nie Gunther, el personaje que lo hizo más famoso; un detective privado que tiene como punto de partida el Berlín de entreguerras y que apareció por primera vez en Violetas de marzo (1989). Este es el título que, ambientado en 1936, inaugura la Trilogía Berlinesa, tanda inicial de una colección integrada por catorce novelas en las que, amparándose en la magia de la literatura para transformar el crimen en un juego y el recuerdo del horror en el escenario de un experimento controlado, el escritor recrea un tiempo poseedor de un inefable atractivo: el que ejerce sobre nosotros la memoria del mal que impregnó como la brea los años centrales y aledaños al Holocausto.
La saga sigue
Antes y después de Bernie Gunther, otros perfiles e intrigas muy recomendables han servido de excusa para profundizar en las causas que llevaron al pueblo alemán casi por completo a sumarse al fanatismo.
ADEMÁS DE DOMINAR LAS REGLAS
DEL SUSPENSE, SUPO MEZCLAR LO POLICIACO CON LO HISTÓRICO
Entre ellas destacan, anticipándose a Bernie, el germen de la película Cabaret (Bob Fosse, 1972), Adiós a Berlín (Acantilado, 2014), publicada en 1939 e imbuida del estilo a medio camino entre el brillo y la penumbra de Christopher Isherwood; y Una princesa en Berlín (Tusquets, 1980), en la que el estadounidense Arthur R. G. Solmssen (1928-2018) se sirve de un misterioso cuadro y de un asesinato político para retratar la asfixia provocada por la inflación y el desprecio europeo sobre Alemania en la década de los 20.
Por otra parte, siguiendo la estela de Kerr, que sitúa en Múnich Unos por otros, la cuarta entrega de la colección protagonizada por Gunther, Alfaguara ha incluido hace muy poco en su catálogo la extraordinaria y documentadísima El ángel de Múnich, del italiano Fabiano Massimi (Módena, 1977). Basada en un hecho real, el supuesto suicidio en septiembre de 1931 de Geli Raubal, la sobrina favorita de Hitler, a la que el futuro dictador tutelaba y con la que convivía.