El hombre más infame del mundo
En la historia de Every está todo lo que un buen lector de aventuras y viajes necesita
«No he causado ningún mal a ingleses u holandeses». Henry Every incluyó estas palabras exculpatorias en una carta fechada en 1694 y destinada a las autoridades de la Compañía inglesa de las Indias orientales. Poco después desapareció sin dejar rastro. Every era un mentiroso consumado. A sus connacionales les causó males que lo hubieran llevado a la horca, si lo hubieran atrapado. Así ocurrió el 25 de noviembre de 1696 con cinco de sus compañeros de fechorías, colgados en el muelle de las ejecuciones del Támesis. Uno de ellos, el joven Adam Forsyth, había señalado en su sermón de despedida frente a la multitud expectante: «El delito no compensa». En la mentalidad de la época, el arrepentimiento era un pasaporte al cielo, igual que el abandono de la herejía.
Como escribe el autor de este libro maravilloso que constituye un nuevo género en sí mismo, «Every y sus hombres eran violadores del peor orden». De hombres y mujeres. También torturadores, asesinos, ladrones y descuartizadores de cuerpos y almas. Every había nacido en Devon, un condado de gente de mar, al oeste de Inglaterra. Alto, de ojos grises, según escribió uno de sus compañeros de fatigas (o sea, de crímenes), gozaba de una condición física impresionante y solía llevar «una peluca de color claro». En una época de transición desde la piratería seiscentista, «por libre», con múltiples centros y formas de jerarquía difusas, hacia un corso controlado y al servicio de las relaciones internacionales de los Estados, Every dio el gran golpe. El último posible. Además tuvo la inteligencia suficiente para retirarse y desaparecer. Steven Johnson ofrece en los 31 pequeños capítulos del volumen, divididos en cuatro partes, su historia novelada, mucho mejor que tantas malas ficciones que nos aquejan, sin documentación, pasiones ni trama. Aquí está todo lo que un buen lector de aventuras y viajes necesita, con un instinto y una perspectiva que denota la cultura visual en la que nos encontramos. El complicado título original del libro, «Enemigo de la humanidad. Un relato verdadero de