El residuo como simiente
Construir de modo sostenible implica desde una correcta elección de los materiales, en relación con el entorno, hasta tener en cuenta la fase de demolición y la gestión de los residuos. Inspirada en este tipo de edificaciones e investigando sobre la maqueta como expresión arquitectónica, Irma Álvarez-Laviada (Gijón, 1978) muestra su obra más reciente en Idea as Model, individual en Luis Adelantado.
Laviada destituye el referente típico del arte figurativo para dar paso a hechos tanto pictóricos como escultóricos de otra índole. Aquello que espolea la imaginación de esta autora emerge con la intención de hacer visible materia residual, capaz de adquirir un nuevo significado.
Con esta muestra, nos aproxima a su proceso creativo y nos plantea qué es la idea, qué el modelo, qué es la obra o qué el trabajo preparatorio de una pieza. Las analogías y paralelismos con la actualidad de la arquitectura son una constante. Por ello atribuye al objeto artístico un valor lejos de la lógica habitual, aspecto que despierta la curiosidad del espectador, animado por la diversidad de formatos y técnicas desplegadas en sala.
Espuma de insonorizar, cartón, papel y pigmentos que evidencian un esmerado estudio del color envuelven al visitante, que transita las cuatro plantas del espacio galerístico intervenidas por la artista. Esos son algunos de los materiales empleados para transmitir la procedencia industrial de objetos que acostumbramos a manejar y que quedan representados en un conjunto de obras que convierten el residuo en simiente. Irma Álvarez-Laviada Idea as Model
Gª LUIS ADELANTADO. VALENCIA. C/ BONAIRE, 6. HASTA EL 12 DE ABRIL
imprenta, se publicó cientos de veces. En Venecia, capital mundial de la edición en el siglo XVI, se hicieron montones de versiones, entre ellas la de Aldo Manuzio. Era lectura obligatoria en los círculos humanistas donde se movía Tiziano, el pintor más influyente de la época.
A las pinturas de carácter mitológico llamó el pintor de Cadore «poesías». La razón es que los mitos fueron siempre patrimonio de los poetas. Los poetas no pretenden explicar lógicamente la realidad, como los filósofos. Ellos siempre muestran las cosas bajo luces equívocas. A la vez que iluminan ciertas dimensiones misteriosas de la vida, la enmascaran con ropajes alegóricos, simbólicos o metafóricos. Representar pictóricamente las cosas así, como hizo Tiziano en sus poesías, era aceptar el doble reto de combinar la belleza con un pensamiento esotérico al alcance solo de iniciados.
Un chico de su tiempo
La equiparación de pintura y poesía se remonta al poeta griego Simónides. Horacio, cinco siglos después, expresó la idea en una fórmula ya clásica: «Ut pictura poesis». Los pintores renacentistas la aplicaron sistemáticamente. Cuando Felipe II, siendo todavía príncipe, encargó al veneciano las seis pinturas que constituyen el núcleo de la exposición del Museo del Prado (Dánae, Venus y Adonis, Perseo y Andrómeda, Diana y Acteón, Diana y Calisto y El rapto de Europa), demostró ser un joven de su tiempo. El destino de esas obras, ejecutadas entre 1554 y 1562, fue el Alcázar de Madrid, en concreto, los aposentos privados del monarca, en donde se encontraba también la serie de Correggio Los amores de Júpiter, cuatro pinturas de contenido erótico que el duque de Mantua había regalado a Carlos V.
Poesía y pintura comparten mucho, pero el pintor tiene que condensar la elocuencia del poeta en una única escena. Lo que hizo Tiziano en las poesías destinadas a Felipe II fue escoger el instante en el que la pasión lleva al protagonista al desastre, aunque él no sea consciente. Un momento después y el argumento de los cuadros habría sido la muerte y el horror: Adonis destrozado por un jabalí, Acteón despedazado
A OJOS DEL PINTOR LO INTERESANTE ES LA PASIÓN, NO LA ACCIÓN, TAMPOCO SUS CONSECUENCIAS
por sus perros... A ojos del pintor lo interesante es la pasión, no la acción, tampoco sus consecuencias. Su objetivo no es juzgar, sino mostrar el deseo como si se tratara de la savia de los árboles, algo que sube por los cuerpos desde sus oscuras raíces en el mundo. Otros artistas vieron lo mismo. El Prado nos ofrece en estos tiempos sin profundidad una buena oportunidad para aprender de ellos.
Pasiones mitológicas: Tiziano, Veronese, Allori, Rubens, Ribera, Poussin, Van Dyck, Velázquez
Museo del Prado. Madrid. Pº del Prado, s/n. Comisarios: Miguel Falomir y Alejandro Vergara. Patrocina: Fundación BBVA. Coorganizan: National Gallery e Isabella Stewart Gardner Museum. Hasta el 4 de julio