Poemas de la ausencia
José Á. Valente, lector fervoroso de San Juan de la Cruz, reivindicaba una decantación esencial que calificó como «estética de la retracción». Julia Llerena (Sevilla, 1985) revela la falta como factor determinante en su tonalidad poéticoobjetual. Sus obras presentan tanto la factura cuanto la sutura, la naturaleza de unas ramas ‘completadas’ con vidrio y, sobre todo, la palabra visible en el espectrograma, anómala como el espectro. ‘Caen sílabas negras’, un verso de Gamoneda, inspira los entretejimientos artísticos de esta creadora que está dispuesta a bordar el aliento emotivo de la poesía.
Raquel G. Ibáñez señala que las operaciones de Llerena son sencillas: «Desplazar el antagonismo entre oquedad y abundancia, dirigiendo el valor hacia la fragilidad que sostiene los fragmentos que conforman un todo». No se trata de recrear la estética romántica con la nostalgia que habría destinado al caminante solitario hasta la cruda visión de la ruina. Las recomposiciones aquí funcionan para dar cuenta de una vida diferente de los objetos, acaso para sugerir que no hace falta el delirio surrealista para comprender que la realidad no agota lo real.
Si en ‘La habitación propia’ (2020), Llerena recolectaba ‘deshechos’ para construir un espacio habitable, y ‘En los lugares del ardid’ (2018) era evidente el impulso archivístico, en su primera exposición en Sabrina Amrani evita el ‘horror vacui’ y, paradójicamente, consigue evocar desde la sustracción, sin caer en el minimalismo. Esta lúcida ha sido capaz de ‘escribir e injertar’ con sus fascinantes obras -huella que hacen pensar en lo poco que hace falta para sugerir la ausencia. Julia Llerena Caen sílabas negras
Gª SABRINA AMRANI. MADRID. C/ MADERA, 23. HASTA EL 24 DE JULIO