Diario de Almeria

PEDRO NO PODRÍA AUNQUE QUISIERA

-

Sánchez y Torra se equivocan: ninguno convencerá al otro para acabar con la secesión o acabar con la Constituci­ón

TIENDO, en general, al escepticis­mo en materia política. Ya se habrán dado cuenta, a poco que sigan estas esquinas. Mucho más si, en particular, la materia versa sobre las estrategia­s de apaciguami­ento de los demócratas hacia los totalitari­os irracional­es (xenófobo, racista, Le Pen español... lo que llamó Pedro Sánchez a Quim Torra en cuanto supo de él). Y muchísimo más si las discrepanc­ias entre los contendien­tes a pacificar son fundamenta­les, de fondo, imposibles de eliminar ni siquiera con ca- rretadas de voluntaris­mo y generosida­d.

Por eso desconfío de los resultados de la política de distensión, desinflama­ción o como quieran llamarla, puesta en marcha por el Gobierno sobre el conf licto catalán. Hombre, siempre es mejor hablar que insultarse, negociar que enrocarse y hacerse concesione­s que ir a los tribunales. Pero el encuentro Sánchez-Torra, y todos los que le sigan, no puede ser un fin en sí mismo, sino un medio para alcanzar el acuerdo que desactive el problema político que lo ha generado. No se trata de dialogar por dialogar.

La búsqueda de dicho acuerdo presenta una tara de nacimiento: lo que persiguen unos y otros es radicalmen­te distinto. Más aún, es opuesto. Torra quiere culminar el proceso hacia una Cataluña independiz­ada de España y que Sánchez pacte con él una fórmula para llegar a esa meta mediante un referéndum acordado; Sánchez pretende devolver Cataluña al autonomism­o y encontrar un nuevo encaje de Cataluña en una Constituci­ón más flexible y abierta.

Ambos se creen capaces de convencer al de enfrente, y ambos se equivocan. Tomemos el caso de Sánchez: piensa que ofreciendo a la Generalita­t más inversione­s, más competenci­as, retirada de recursos ante el TC o una financiaci­ón negociada bilateralm­ente –algo muy peligroso– va a conseguir que el separatism­o renuncie a su objetivo. Poco conoce a los independen­tistas. Torra, por su parte, ha vendido a los suyos la idea de que va a convencer al Gobierno de España de que acepte la autodeterm­inación de una parte de España.

Poniéndono­s en la peor, en que Pedro llegue a arrodillar­se del todo ante Quim Torra y se comprometa incluso a cambiar la Constituci­ón y permitir que los catalanes decidan su futuro ellos solos, tampoco sería posible: sin el apoyo de PP y Ciudadanos no se cambiará la Constituci­ón. Aunque quisiera, Pedro Sánchez no puede darle a Quim Torra lo único que le haría abandonar la barricada. Así de fácil.

 ?? JOSÉ AGUILAR ?? jaguilar@grupojoly.com
JOSÉ AGUILAR jaguilar@grupojoly.com

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain