Borrell liga la situación de los políticos presos al “terreno judicial”
El ministro de Exteriores llama a no reconocer la “autoridad moral” del independentismo
El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, aseguró ayer que retirar las acusaciones a los presos soberanistas es una cuestión judicial y que el Gobierno no puede intervenir, en alusión a la demanda del independentismo de que el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, inste a la Fiscalía General del Estado a retirar las acusaciones a los procesados.
“No soy quién para decir que debe hacer el Gobierno con la Fiscalía. Esto está situado en el terreno judicial”, señaló en su intervención para clausurar las jornadas de Societat Civil Catalana que se celebró ayer en Barcelona. También explicó que la euroorden se debe entender como una manera de construir un espacio común, de seguridad, de Justicia y de aplicación de los códigos penales, y que la sentencia del tribunal alemán pidiendo la extradición del ex president Carles Puigdemont por malversación “tampoco dice lo que dicen (el Govern) que dice”.
Sostuvo que no deben reconocer “ninguna superioridad moral a los que defienden la independencia de Cataluña”, que es necesario rebajar la tensión y empezar a encontrar soluciones a los problemas reales. “No nos tenemos que dejar comer el coco diciendo que España es un país represivo donde los derechos y las libertades no funcionan. Una cosa es la impresión que cada uno saca y otra es la realidad objetiva que se mide”, dijo.
Así, resaltó que el independentismo es hegemónico porque no se le han puesto delante fuerzas que fueran capaces de evitar esta hegemonía, y que Cataluña está dividida en dos, por lo que defendió la pluralidad de la sociedad catalana: “Mientras no se acepte que la unidad del pueblo es un mito será difícil que nos podamos entender”.
Borrell apuntó que el Gobierno no va a dejar que se ejerza el derecho a la autodeterminación porque la Constitución no lo permite, y cree que los referéndums dividen y que “no son casi nunca la forma de encontrar la solución”. En este sentido, negó que otros países reconozcan el derecho a la autodeterminación y que “el Derecho Internacional no apoya al derecho a la autodeterminación”, como sostienen los partidos soberanistas. “No se pueden apoyar en argumentos que no son ciertos”, aseveró.
El ex ministro de Exteriores y ex presidente del PP catalán Josep Piqué también intervino en el cierre de las jornadas, donde aleró de que el independentismo “va justo en la dirección contraria del progreso, de la integración política de la UE y de la preservación de valores que tanto han costado”, por lo que supone un “retroceso en la historia”.
Piqué, quien ocupó diversas carteras durante los gobiernos de Aznar entre 1996 y 2004, reivindicó los “valores admirables y defendibles” de la UE para evitar “volver a dinámicas de confrontación” y “dramas históricos”. “El actual proyecto de la UE nace sobre la base de la superación de los nacionalismos. Cualquier intento de retornar a esa dinámica nos lleva a un retroceso en la historia”, afirmó.
Josep Piqué defiende los “valores” de la UE para “evitar volver a la confrontación”