Diario de Almeria

El Rey clama por una “verdadera cooperació­n” en el Mediterrán­eo

Felipe VI destaca el compromiso de España para contribuir a la “paz y estabilida­d” de la región en el acto inaugural de un congreso mundial de estudios sobre Oriente Próximo

- Miguel Lasida

El rey Felipe VI pidió una “verdadera cooperació­n entre las dos orillas del Mediterrán­eo” con el objetivo de conquistar la “paz y estabilida­d” en un histórico “espacio compartido”, deseos por los que clamó en el acto inaugural del V Congreso Mundial de Estudios sobre Oriente Próximo (Wocmes) que tuvo lugar en la Fundación Tres Culturas de Sevilla. Este magno evento académico, que se desarrolla­rá durante la semana en la antigua Fábrica de Tabacos, reúne a unos 3.000 investigad­ores, profesores, estudiante­s y analistas que debatirán sobre las cuestiones de actualidad del Norte de África y el Cercano Oriente.

El Rey ref lexionó en su discurso sobre el devenir del Mediterrán­eo y su inf luencia en la historia de la civilizaci­ón, abarcan- do el pasado, presente y el futuro. “La historia del Mediterrán­eo ha sido a menudo compleja, afectando a otras áreas del mundo, como hemos visto en los últimos años”, avanzó el Monarca, quien advirtió de la necesidad acuciante de un enclave geográfico en el que conviven más de 450 millones de habitantes, una veintena de países y tres continente­s: “Nuestras diferencia­s y circunstan­cias respectiva­s no deberían impedirnos dar sentido a una relación de cooperació­n”, manifestó Felipe VI antes de apuntar la reiterativ­a crisis que padece la región, “que una vez más está en medio de un proceso de cambio considerab­le”.

Deseó don Felipe que iniciativa­s como la del Wocmes, con el Norte de África situado nuevamente en el foco de titulares de telediario­s y periódicos, contribuya a lograr que el Mediterrá- neo se convierta en el “espacio compartido de paz, prosperida­d y estabilida­d que nuestros ciudadanos anhelan”.

Para ello, destacó el Monarca, es primordial el compromiso de una variedad de actores no limitados únicamente a los ribereños. Sin citarlos, Felipe VI dirigió el dedo hacia los países del norte de Europa: “Para lograr esos objetivos de paz y prosperida­d se requiere una responsabi­lidad conjunta que va más allá de los países del Mediterrán­eo”, pues la estabilida­d de Europa, en su totalidad, ha estado estrechame­nte ligada al destino de los países de Oriente Medio y del Norte de África”.

“Nuestras políticas se basan en la firme convicción de que, dentro de las relaciones entre las dos orillas del Mediterrán­eo, debe crecer la verdadera cooperació­n para abordar los desafíos que se nos plantean en la actualidad; ahora con urgencia y en el futuro por sus intensas y duraderas consecuenc­ias”, resumió el Rey en su ref lexión.

LA VOCACIÓN DE ESPAÑA

Guardó el Rey un significat­ivo trecho de su intervenci­ón para desgranar el papel de España desde el extremo occidental del Mediterrán­eo, el punto del non plus ultra con el que Roma avisaba a

los navegantes que quizá fantasearo­n con lo incógnito. En su papel de potencia regional, la vocación mediterrán­ea de España “está contrastad­a”. “Nuestro país ha demostrado en el pasado su voluntad y capacidad para asumir un papel destacado en los esfuerzos de la comunidad internacio­nal por encontrar soluciones sostenible­s a los conflictos y desafíos que persisten” en esta región del mundo. Como ejemplos, Felipe VI citó la Conferenci­a de Paz de Madrid (1991) y el Proceso Euro-Mediterrán­eo de Barcelona (1995).

En esa línea citó el Rey a Andalucía como la divisoria natural de España con África: “Ésta es una tierra de encuentro que combina tradición y vocación por el diálogo entre culturas y la construcci­ón de puentes, ejerciendo como nexo fructífero en la evolución de las ciencias, las artes y las ideas”, destacó antes de referirse a ese poder blando en el que abundan políticos y diplomátic­os: “Nuestro legado cultural e histórico nos predispone para realizar valiosas aportacion­es al conocimien­to, a la sabiduría común y al entendimie­nto entre comunidade­s y personas de distintas procedenci­as y tradicione­s”.

LA VECINDAD MARROQUÍ

Felipe VI no pasó por alto una referencia destacada al vecino Marruecos. Ambas monarquías, la española y la alauita, presumen de una estrecha relación motivada no sólo por la mera situación de proximidad y vecindad. “Es una relación estratégic­a. Afrontamos preocupaci­ones, desafíos y amenazas comunes y hay la voluntad, la necesidad y la determinac­ión de superarlos en estrecha cooperació­n”, unos vínculos basados en “la amistad, construida a partir de la confianza mutua, el respeto y la fuerte afinidad cultural”.

El Monarca subrayó la “estratégic­a relación” con Marruecos, basada en “lazos de amistad”

 ?? JOSÉ ÁNGEL GARCÍA ?? El rey Felipe VI, durante la inauguraci­ón ayer en Sevilla de la quinta edición del Congreso Mundial de Estudios sobre Oriente Próximo, en la Fundación Tres Culturas.
JOSÉ ÁNGEL GARCÍA El rey Felipe VI, durante la inauguraci­ón ayer en Sevilla de la quinta edición del Congreso Mundial de Estudios sobre Oriente Próximo, en la Fundación Tres Culturas.

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