2-3 La Guardia Civil exhibe músculo
Roquetas, centro neurálgico del Día de la Hispanidad en Almería
El subdelegado subraya que la ‘Operación Nemo’ ha supuesto “un punto de inflexión en la visibilidad” de la labor de la Guardia Civil en Almería, con un 90% de casos resueltos en la provincia
Decir que Roquetas de Mar se rindió a los pies de la Guardia Civil es quedarse corto ante el fervor mostrado ayer por miles de asistentes a los actos del Día de la Patrona de este cuerpo benemérito. Banderas, gritos de “viva la Guardia Civil” y un aplauso tras otro fueron los acompañantes de los miembros del Instituto Armado. A primera hora de la mañana comenzaban las actividades paralelas con la segunda edición de un recorrido fotográfico por los aledaños del Castillo de Santa Ana, señero lugar en el que también se instalaron distintos expositores con muestras de los materiales y medios del Instituto Armado, visitados por un incontable número de roqueteros y visitantes que acudieron expresamente al municipio a celebrar esta festividad.
Media hora después del mediodía comenzaba en sí el acto central presidido por el subdelegado del Gobierno, Manuel de la Fuente, quien puso el acentó en los numerosos éxitos en investigaciones y operaciones desarrolladas por la Benemérita durante el último año. Como es tradicional, fue el escenario para la imposición de medallas a decenas de agentes que han destacado por sus servicios y contribución a la seguridad ciudadana, pero también para reconocer por su colaboración a otras personas que no pertenecen al cuerpo. Fue el caso del exsubdelegado del Gobierno Andrés García Lorca, del comandante de la Brigada Rey Alfonso XIII de la Legión Eduardo Fernández Rosas, del inspector jefe de la Policía Nacional Juan Francisco López, y de las monjas de la congregación de las Adoratrices, a los que se concedió la Cruz de la Orden al Mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco.
En una alocución especialmente extensa, de más de un cuarto de hora, el subdelegado De la Fuente destacó la “abnegada dedicación y alta profesionalidad” del cuerpo, “imprescindible para el libre ejercicio de los derechos y libertades de todos los ciudadanos, y para la salvaguarda de su seguridad. “Ellos son la base de nuestro bienestar y garantes de nuestras libertades. También, los garantes de nuestra democracia. Porque sin libertades y sin el libre ejercicio de los derechos y libertades, no hay democracia”, sostuvo el representante en Al- mería del Gobierno, quien centró buena parte de su intervención en desarrollar algunas de las operaciones más importantes del Instituto Armado durante los últimos meses. Inevitable era que el caso del niño Gabriel Cruz no tuviese un protagonismo central.
“El pasado mes de marzo, como un ciudadano más, seguí, con el corazón en un puño, el desarrollo y aciago desenlace que tuvo la investigación en torno a la desaparición del pequeño Gabriel, un caso que supuso la mayor movilización de agentes, en la búsqueda coordinada de una persona desaparecida en la historia de nuestro país”, dijo el subdelegado, quien destacó la la- bor del teniente coronel José Hernández Mosquera, felicitándolo por su mando al frente de los más de 600 agentes que intentaron localizar con vida al niño. “Asistí conmocionado, como tantos millones de españoles, a la retransmisión de aquella rueda de prensa en la Subdelegación del Gobierno, con Andrés García Lorca todavía al frente de la institución, en la que el Teniente Coronel la que el Teniente Coronel Hernández Mosquera y el comandante de la UCO, Jesús Reina, dieron detalles de la llamada Operación Nemo y en
la que nos mostraron a todos que, bajo el uniforme color verde oliva que con tanto orgullo lucen (...) había dos hombres extraordinarios que se habían dejado la piel en una investigación, que duró trece días frenéticos, y a quienes embargó la emoción en aquella comparecencia ejemplar”, confesó.
Palabras de agradecimiento que también fueron para el resto de agentes del operativo y para los guardias Marcos García y David
La sociedad heredada comprende parte de los activos tóxicos que hundieron el Popular