PGE: PROMESAS QUE NO DEBEN SER OLVIDADAS

Ala espera de que mañana conozcamos al detalle el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) que presentará el Gobierno al Congreso de los Diputados, el pasado viernes ya se adelantaron en rueda de prensa las líneas maestras del mismo. En general, los PGE de 2019 prevén un fuerte gasto social –basado en un importante aumento de la recaudación– y un llamativo esfuerzo inversor en Cataluña. Tiempo habrá de escudriñar las cifras y hacer las pertinentes comparaciones, por muy odiosas que éstas puedan parecer. Pero lo que ya parece claro es que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha hecho unas cuentas pensadas, fundamentalmente, para contentar a los independentistas catalanes, cuyos votos son fundamentales para sacar adelante los PGE. Para asegurar su apoyo, Sánchez quiere utilizar un argumento bastante convincente: subir la inversión del Estatut en Cataluña hasta el 18%, tal como estipula el Estatuto en una disposición adicional que en su día fue invalidada por el Tribunal Constitucional.

El presidente Sánchez se equivoca al seguir buscando el apoyo de unas fuerzas políticas cuyas pruebas de deslealtad al Estado y la nación española son apabullantes, pero además puede cometer la injusticia de favorecer a Cataluña en detrimento de otras autonomías. Lo veremos en los próximos días.

En lo que se refiere a Andalucía, sólo cabe recordar el compromiso del Gobierno de España de que los PGE de 2019 recogerían partidas de 1.000 millones de euros adicionales para nuestra tierra. Es cierto que esa promesa se realizó en plena campaña electoral de las elecciones autonómicas andaluzas, cuando la mayoría de las encuestas apostaban por que el PSOE seguiría gobernando la Junta, pero eso no debe ser ningún óbice para que el Ejecutivo cumpla su promesa. Lo contrario sería un ejercicio de sectarismo y partidismo indigno del Gobierno de la España .

Pese a la derrota del PSOE el 2-D, el Gobierno no debe olvidar su compromiso de invertir 1.000 millones en Andalucía