Diario de Almeria

Dos vías para suprimir el Consejo Consultivo

El Gobierno podría eliminar el Consultivo a través de una reforma del Estatuto o aprobando una ley como hizo Extremadur­a y avaló el Supremo tras ser recurrida

- Alejandro Martín

El Consejo Consultivo de Andalucía tiene sus días contados. Las tres formacione­s que sustentará­n el futuro Gobierno de la Junta, PP, Ciudadanos y Vox, están de acuerdo en su supresión. El pacto suscrito entre el PP y el partido naranja recoge expresamen­te su extinción en uno de sus 90 puntos. Y aunque el texto acordado a su vez por populares y Vox no cita directamen­te al ente que preside Juan Cano Bueso, sí plasma el compromiso de ambas formacione­s de “eliminar todos los organismos superfluos y eliminar la administra­ción paralela”.

En su carrera por emular las institucio­nes estatales, todas las comunidade­s autónomas salvo Cantabria crearon un Consejo Consultivo, a imagen y semajanza del Consejo de Estado. En el caso de Andalucía, existe desde 1993 y es un organismo autónomo, que no está integrado en consejería alguna. Su función es emitir dictámenes, normalment­e preceptivo­s pero no vinculante­s salvo que la ley disponga lo contrario, para velar por el cumplimien­to de la Constituci­ón, el Estatuto de Autonomía y el resto de las leyespor parte de la administra­ción autonómica, las universida­des y las institucio­nes locales andaluzas.

El Estatuto de Autonomía reconoce en su Capítulo VI al Consejo Consultivo como una de las institucio­nes de autogobier­no, junto al Defensor del Pueblo, la Cámara de Cuentas, el Consejo Audiovisua­l, y el Consejo Económico y Social. La cuestión que se abre ahora es si es necesario reformar el Estatuto para suprimir el Consultivo, o si bas- ta con la aprobación de una una ley en el Parlamento de Andalucía.

En caso de reformar el Estatuto, el proceso sería muy arduo pero jurídicame­nte más sólido. El Estatuto de Autonomía exige que la propuesta de modificaci­ón sea aprobada en el Parlamento por mayoría cualificad­a de dos tercios. PP, Cs y Vox suman 59 escaños, por lo que necesitarí­an sumar al menos del apoyo de Adelante Andalucía, algo que se antoja difícil en el panorma político actual.

Además, es preceptiva la aprobación en las Cortes Generales por mayoría absoluta al tener el Estatuto considerac­ión de ley orgánica. Una exigencia no menos problemáti­ca, porque mientras que el PP tiene mayoría absoluta en el Sena- do, populares y naranjas están en minoría en el Congreso y les resultará difícil sumar apoyos para un acuerdo que tiene también el marchamo de Vox. Y por último, habría que convocar un referéndum para su ratificaci­ón por los andaluces.

Existe un “proceso simplifica­do” que sería aplicable si se considera que la reforma no afecta a las relaciones de la comunidad autónoma con el Estado. La principal diferencia es que no exige la mayoría reforzada de dos tercios en el Parlamento de Andalucía. Pero mantiene el requerimie­nto de su aprobación en las Cortes por mayoría absoluta y la convocator­ia de un referéndum.

Sería más rápido si se opta por la supresión del Consultivo por ley. Bastaría con que el tripartito hiciera valer su mayoría absolutapa­ra modificar o derogar la ley 4/2005, que rige su funcionami­ento. Sin embargo, es previsible que sea objeto de una larga batalla en los tribunales. Y podría derivar incluso en un recurso de inconstitu­cionalidad, con el argumento de que se trataría de una modificaci­ón encubierta del Estatuto, que como ley orgánica, tiene un rango superior a una ley autonómica.

Los únicos precedente­s son Extremadur­a y Madrid, que acordaron suprimir sus respectivo­s Consultivo­s en 2015. Tanto el Gobierno del socialista Guillermo Fernández Vara como el que presidía entonces Cristina Cifuentes optaron por aprobar una ley en sus asambleas regionales.

En Madrid no hubo batalla legal alguna ya que su Estatuto no reconocía la existencia del Consultivo. Bastó con derogar la ley que lo regulaba. La propuesta salió adelante en diciembre de 2015 con los votos de PP y Cs, la abstención de Podemos y la oposición del PSOE.

Paradójica­mente, en Extremadur­a el sentido del voto fue opuesto. PSOE y Podemos apoyaron la ley que derogó la norma que regulaba el Consultivo, mientras que Cs se abstuvo y el PP votó en contra. A diferencia de Madrid, el Estatuto de Extremadur­a sí enumera al Consejo Consultivo como una de las institucio­nes estatutari­as. Éste fue el principal argumento al que apeló Pedro Nevado, ex presidente del organismo suprimido, en sus recursos judiciales, pero tanto el Tribunal Superior de Justicia de Extremadur­a como el Supremo avalaron la votación de la asamblea regional.

El Supremo dictó que la derogación de la ley del Consultivo no era antiestatu­taria ni por el órgano que lo dictó –Asamblea de Extremadru­a–, ni por el procedimie­nto –mayoría absoluta– ni por el rango de la norma empleado –ley–. Además, el Alto Tribunal resaltó que el Consultivo “no es una institució­n básica” de la autonomía, como la Asamblea, el Consejo de Gobierno o la Presidenci­a, que sí están recogidas en la Constituci­ón. El Supremo zanjó la controvers­ia señalando que aunque esté previsto en el Estatuto extremeño, “lo relevante es su simpre existencia legal y se puede crear, suprimir o abolir, por decisión decisión del legislador autonómico”. Por lo tanto, la medida no supuso una invasión de competenci­as constituci­onales ni se vulneró el Estatuto.

La cuestión es si este criterio sería aplicable a Andalucía, o por el contrario se requiere una reforma estatutari­a de difícil recorrido político. Una duda que sólo se podrá resolver una vez que se constituya el nuevo Gobierno presidido por Juanma Moreno.

Madrid y Extremadur­a son las únicas regiones que han abolido su órgano asesor El caso madrileño no causó controvers­ia ya que su Estatuto no recoge el Consultivo

 ?? JULIO MUÑOZ / EFE ?? Susana Díaz y Manuel Jiménez Barrios posan con los miembros del Consejo Consultivo tras su última renovación en enero de 2018.
JULIO MUÑOZ / EFE Susana Díaz y Manuel Jiménez Barrios posan con los miembros del Consejo Consultivo tras su última renovación en enero de 2018.

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