Bezos, cumpleaños infeliz y divorcio fatal
Destapan las fotos y mensajes eróticos que lanzó el fundador de Amazon a su amante
Donald Trump es enemigo del también dueño del ‘Washington Post’
Jeff Bezos (Albuquerque, Nuevo México, 1964) cumple 55 años en su peor momento: con un puñado de millones de dólares que tendrá que partir con su esposa Mackenzie (Tuttle, su apellido de soltera). Una tarta amarga en Seattle para el fundador de Amazon, dueño del rotativo The Washington Post y hombre más rico del mundo, puesto en vergüenza internacional al destapar la publicación amarillista National Enquirer los mensajes eróticos y satirones que intercambiaba con su amante. Tras anunciarse el miércoles la separación, el detonante ha sido toda esta documentación que desencadenará el divorcio más costoso de la historia.
La fortuna familiar es de unos 112.000 millones de dólares, unos 91.000 millo- nes de euros, una cifra absolutamente mareante. National Enquire no ha cedido a las presiones del entorno de Amazon y del periódico capitalino liberal y de esta manera también ha agradado al presidente Trump, enemigo acérrimo del fundador de la multinacional de distribución. Bezos, hijo adoptivo de un refugiado cuba- no, llevaba casado 25 años y su mujer, escritora, fue la persona decisiva para que se embarcara en el negocio on line en 1997 y que le ha llevado a amasar la inmensa fortuna.
Una presentadora televisiva y discreta actriz mexicana, Lauren Sánchez, es el tercer vértice de un triángulo que ha saltado por los aires con un vendaval de abogados, comisiones y propiedades para repartir. La también piloto y empresaria, casada con el representante de estrellas Patrick Whitesell, de quien se va a divorciar tras trece años y con tres hijos, intercambió con Bezos bastantes mensajes de tono subido que han sido descubiertos y que han llevado al divorcio. Una infidelidad, con fotos de un miembro viril billonario que da para varias temporadas de una serie para la mismísima Amazon. A Bezos le gustaba enviar a Sánchez fotografías de su mejor amigo en su esplendor, o con el torso desnudo, y la relación extramatrimonial comenzó la pasada primavera. El tórrido romance incluyó que ambos salieran de sus casas para encontrarse en plena madrugada en algún hotel, como se ha descubierto ahora para bochorno del magnate. La sospecha de Mackenzie surgió por el uso del jet privado del marido con una única pasajera a bordo, la misma siempre.
National Enquirer venía espiando a la pareja. En los mensajes privados destapa- dos se pasa de un “quiero olerte, inspirarte, abrazarte fuerte”, escritos por Bezos a un “quiero penetrarte lenta y suavemente. Y tal vez por la mañana te despierte y no sea tan amable contigo”. Bezos había entrado en una espiral obsesiva en torno a su pareja de aventuras y varios medios estadounidenses afirman que las parejas respectivas estaban al tanto del romance, hasta que no han podido parar el escándalo. Bezos y Sánchez llegaron a coincidir incluso el pasado domingo en la gala de los Globos de Oro. La catarata de mensajes publicados por la revista sensacionalista ha provocado el regocijo y las risas a medio planeta. Y quien ríe más fuerte, por lo visto, es el propio Trump.