No hay paraíso
siones malogradas en cada parte, sino de un ímprobo esfuerzo por taponar todas las vías de un Alcorcón que tuvo más profundidad. Aun así, me vuelvo a reafirmar en el mérito de unos jugadores que, gracias a su trabajo, ven la posibilidad de rozar los puestos de privilegio en los dos próximos partidos a disputar frente a rivales directos en el Mediterráneo, donde la UDA asusta realmente. Sé que tras las referidas ocasiones de oro, el debate en la calle se inclinará hacia la ausencia de un delantero matador, pero ni las oportunidades son tan cuantiosas por la falta de magia en ataque, ni en concreto las de ayer fueron errores clamorosos, sino que más bien el metal rival estuvo espléndido. La cifra de 25 tantos cosechados hasta el momento, se mantiene en una más que aceptable media, según los tantos de los adversarios, por abajo y por arriba de la clasificación. Reitero el problema, si es que se quiere aspirar a más: la ausencia de un par de jugadores que marquen la diferencia a la hora de crear e inventar, porque para la salvación ya sí se va sobrado. Chema está ahí, un prototipo de lo que se carece, pero es joven y sobre todo, no se le da cancha. Metidos en dinámica de ascenso, por ahí pueden ir los tiros, aunque no conviene olvidar que el objetivo de la permanencia no se ha certificado. Cuidado, si es que en unas jornadas se estuviera en tierra de nadie. Tras la ilusión, resultaría mentalmente peligroso.