Tradición con orígenes moriscos
Esta tradición tiene su origen, según las versión de algunas fuentes, en la época de las revueltas de los moriscos y posteriormente como reproducción de los enfrentamientos entre éstos y el bando de los cristianos antes de la expulsión definitiva. Otras teorías la sitúan tras la expulsión de los moriscos y la posterior repoblación del término municipal de Níjar, cuando llegaron a estas tierras almerienses familias de valencianos quienes trajeron consigo el gusto por las hogueras y por el lanzamiento de las famosas “carretillas. introducía la pólvora en cañas de escobas, aumentando con ello el peligro.
Antiguamente, los mozos del pueblo “comenzaban los preparativos dos semanas antes y se reunían en una casa, generalmente alquilada, para confeccionar los chisperos. Actualmente, los ‘chisperos’ ya no son fabricados por los jóvenes, se pueden comprar en las tiendas y no se reúnen con la antelación de antes para su preparación. Como quiera que están al al alcance de mucha gente, se lanzan de forma masiva y consisten en una serie de materiales, todos ellos de pólvora, que los mozos hacen explotar.
La alcaldesa, Esperanza Pérez Felices, ha hecho público un bando en el que ha recordado del “gran peligro que entraña el manejo de estos artefactos pirotécnicos” y ha informado de las sanciones económicas contra los propietarios de establecimientos que venden este material sin la preceptiva autorización y de los lugares oficiales habilitados en cada pedanía para “tirar los chisperos”.
Esta actividad es una tradición de tipo profana, aunque se mezcla con la celebración del día de San Antón, patrón de los animales y también del fuego, que es una fiestas religiosa. los materiales que se utilizan son chisperos, barrenos y toda clase de fuegos artificiales