Rocío Ruiz: “En esta crisis debemos sacar lo mejor de nosotros mismos”
● La campaña ‘Mascarillas 19’ servirá como contraseña frente a casos de malos tratos ● “En Andalucía no se repetirán escenas vistas en otras comunidades”
Junto con Salud, la Consejería de Igualdad se ha convertido en el segundo pilar de la atención a una sociedad que muestra debilidades. Quien no las tiene es la consejera, Rocío Ruiz. Refugiada en su casa –como todos– tiene tiempo para sufrir en silencio por sus mayores, “los más vulnerables”. Teletrabaja, actúa y lleva adelante desde la atención en las residencias para la tercera edad, a las mujeres víctimas de malos tratos, los menores en situación de desamparo y las personas en exclusión social.
Rocío Ruiz reconoce que “no hay receta mágica” para hacer frente a lo que se nos ha venido encima, una pandemia contra la que “no sabemos cómo luchar”, pero que exige que “hagamos lo posible, que pongamos en juego todas nuestras capacidades para hacerlo de la mejor manera posible y, como dice el consejero de Salud, si no, lo inventamos. En la Consejería somos proactivos y ponemos en juego toda nuestra creatividad; todo lo que podamos hacer, lo hacemos”.
Las residencias de ancianos son uno de sus pilares básicos. Las imágenes, “que no han ayudado mucho” de otros lugares, con ancianos abandonados, le pesan tanto como para hacer lo que está en su mano para no repetirlas. En Andalucía son 37 las personas mayores fallecidas en residencias, 37 dramas que hay que analizar en su conjunto, especialmente si se tiene en cuenta que la capacidad de estos recintos llega a las 45.000 personas y que es en esta época del año cuando se muestran más vulnerables a las enfermedades.
Pocas horas después de que comenzara a conocerse el alcance de esta pandemia “di la orden de prohibir las visitas a las residencias, algo que los ha protegido”, dice Ruiz, que se enfrentó ante un sector en el que “sólo 14 son residencias públicas, el resto son privadas o gestionadas por ayuntamientos, diputaciones o entidades religiosas”. La actuación en esas residencias comienza con la cobertura por la vía de urgencia, “en menos de 24 horas” del personal que está de baja, para “paliar de inmediato las faltas mediante contrataciones de urgencia”.
También, “en cuanto se detecta algún positivo, además de proceder a su desinfección, en este caso por parte de la UME, se desplaza a personal sociosanitario que dirige las actuaciones más inmediatas para salvaguardar a los ancianos y a todo el personal”.
También “hemos repartido más de 7.200 mascarillas y 14.000 cuantes. Lo que nos faltan son los test rápidos para lo que se trabaja en conseguirlos lo antes posible. El Gobierno andaluz tiene a su disposición 1.700 respiradores que serán suficientes para las necesidades que puedan tener los centros de salud y estamos a la espera de acudir a los mercados para completar esos suministros”.
Ruiz quiere dejar claro que “en Andalucía no tienen lugar esas situaciones de abandono que se han visto en otras comunidades y eso es así por el personal que atiende a las personas mayores”.
Otro de los pilares es la ayuda a domicilio. Si durante todo el año su necesidad es perentoria por parte de sus usuarios, en estas situaciones de aislamiento la urgencia es absoluta. Desde la Consejería, “a pesar de que las llevan otras administraciones, se garantiza el pago al cien por cien en la asistencia a los grandes dependientes sin ayuda familiar, mientras que a los de grado 1 se les atiende en las necesidades básicas de aseo, higiene, limpieza y alimentación. En este tipo de servicios también hemos dotado a quienes los prestan con 47.000 mascarillas de protección”. Además, “el personal de los centros de día, tanto para mayores como para personas con discapacidad, presta apoyo para satisfacer las demandas que puedan surgir”.
Una campaña que se pondrá en marcha en los próximos días está dirigida a las mujeres que sufren malos tratos y que durante estos días se ven obligadas a vivir con su maltratador. Para ello, desde comienzos de la próxima semana se pondrá en funcionamiento la campaña Mascarilla 19, que funcionará como una especie de contraseña. Una mujer en esta situación podrá dirigirse a cualquier farmacia y, al pronunciar esas dos palabras, “el farmacéutico pondrá en marcha los protocolos y dará aviso al 112”.
Hemos tenido un repunte de malos tratos; hay que implicar más a los vecinos de las afectadas”
No sabemos cómo luchar contra la pandemia, pero si no encontramos el modo nos lo inventamos”