Paradojas de la vida

Cómo de difícil es la vida. De repente te ves en una guerra, sí, una guerra, sin armas, sin fusiles, sin ametralladoras, sin bombas … una guerra silenciosa que te ataca sin darte cuenta y para la cual no tienes armas específicas, donde te dicen que la única manera de vencerla es quedarte en tu casa, que no puedes salir a luchar contra ella, que sólo unos cuantos soldad@s pueden estar al frente, con pocos recursos y con poca munición, pero que igual de valientes dan el paso al frente por nosotros y por nuestro país. Y a los demás nos dicen que nos quedemos en casa, refugiados, aislados, y que nuestra mayor arma para vencer es la distancia, no poder dar abrazos, ni besar a los tuyos, a tu familia, a tus amigos, que no tengamos contacto con nadie. Y así lo acatamos por el bien de todos y por salir victoriosos de esta guerra que nos ha tocado vivir en pleno siglo XXI. Paradoja de la vida que nuestro mayor consuelo cuando algo va mal siempre es un abrazo sincero y reconfortable, y un beso, y ahora estas mismas cosas son nuestro peor enemigo, ahora nos lo quitan de golpe, y te sientes vulnerable, vacío, indefenso. Y te agarras a la esperanza de que todo esto pasará tarde o temprano y volveremos a besarnos y a abrazarnos aun con más fuerza, más cariño y más sentimiento que nunca y lo valoraremos muchísimo más. Ánimo a todos. ¡Juntos, pero separados, lo conseguiremos! Fuerza y Esperanza! Mercedes Peña ( Correo electrónico)