Diario de Almeria

Las empresas hortofrutí­colas almeriense­s hacen frente al virus

Miles de trabajador­es de las empresas hortofrutí­colas almeriense­s se olvidan del coronaviru­s El trabajo en el sector de frutas y hortalizas de España representa el 50% del empleo agrario

- Gádor Sánchez

La frase de Nelson Mandela “El hombre valiente no es el que no siente miedo, sino el que lo conquista”, bien podría ser la guía que trajo a Luxita Gina Stranatca desde Rumanía a la provincia. Residente en Almería desde 2006, es una de las personas que trabajan a diario en las empresas hortofrutí­colas de Almería. Sin ellas faltaría una pieza esencial entre el agricultor y la llegada de productos frescos a nuestras mesas. El trabajo en el sector hortofrutí­cola en España representa el 50% del empleo agrario. Se estima que cuenta con 400.000 trabajador­es y emplea además 80.000 personas más en las labores de manipulaci­ón y comerciali­zación en las zonas de producción.

Si bien el primer eslabón en la producción agrícola es el agricultor, tras él comienza un proceso en el que hay inmersos muchos profesiona­les hasta que finalmente ese producto es consumido. En la minoría de las situacione­s las frutas y hortalizas pasan directamen­te al consumidor sin ningún tipo de manipulaci­ón ni interme

El sector hortofrutí­cola en España emplea a más de medio millón de trabajador­es

diarios tras la recolecció­n. En la mayoría de ocasiones estos alimentos son llevados a almacenes donde hay trabajador­es encargados de la selección, preparació­n para su envío y distribuci­ón a los establecim­ientos donde finalmente el consumidor los compra.

El virus Covid-19 no ha detenido a las empresas hortofrutí­colas de la provincia porque personas como Luxita Gina Stranatca han acudido a diario a sus puestos de trabajo. Ella ha encontrado en la empresa, Balcón de Níjar, un trabajo que en su pueblo Fetesti Ialomita se le resistió. Nació en Rumanía pero se siente tan almeriense como la que más. De pequeña quiso ser albañil y a los 14 años abandonó el colegio para comenzar su vida laboral. Se casó y tuvo un hijo pero su día a día no resultó un cuento de hadas y decidió dar un giro de 360 grados.

El cambio llegó una noche de 2004 cuando vio un programa en la televisión rumana “había representa­ntes del sector agrario solicitand­o trabajador­es para Italia y España. Decidí presentarm­e a esa convocator­ia y acudí a Bucarest a la entrevista. El encuentro fue bien y resulté elegida para viajar a cualquiera de los dos países pero me decidí por España porque me hablaron mejor de la situación laboral aquí. Comencé todos los trámites pero transcurri­eron dos años hasta que conseguí el pasaporte y el dinero para pagarme el billete de autobús”, señala Gina Stranatca.

Tras tres días y 2 noches en autobús llegó a Almería el 29 de noviembre de 2006. Una maleta y una mochila le acompañaro­n en ese primer viaje. Ella recuerda sus primeros momentos en Almería: “no sabía nada de español. Todo para mi era nuevo pero tengo que decir que nos recibieron muy bien. Teníamos trabajo y alojamient­o. En 3 meses aprendí lo básico para poder defenderme con el idioma. Al cabo de 9 meses, cuando terminó mi contrato, volví a Rumanía”.

Pero su retorno no fue el deseado y de nuevo se planteó volver a España. En tan sólo una semana consiguió un nuevo trabajo en tierras almeriense­s y esta vez supo que su vuelta a España sería para quedarse definitiva­mente. Trabajó durante el verano en un restaurant­e y con el otoño volvió a la actividad en las empresas hortofrutí­colas. Los años han pasado y Gina Stranatca sólo regresa a Rumanía para ver a su hijo y a su madre porque en Almería ha encontrado a su nueva pareja “tengo una niña nacida aquí y ahora mi familia está en Almería. Tengo trabajo y salud, ¿qué más puedo pedir? Mi hijo tiene 18 años y por

No podemos olvidar que Almería es mar, sol, turismo, agricultur­a pero también tierra de acogida

el momento sigue en Rumanía. Él decidirá más adelante”.

Un informe presentado por Cajamar sobre la campaña 20182019 ref leja récords de superficie, producción y exportacio­nes en la provincia. Y todo ello gracias al trabajo de almeriense­s y de personas como Gina Stranatca que han encontrado en la provincia un lugar de acogida y de vida, ella califica a Almería como “mi paraíso. La noche que vi el anuncio en televisión comenzó el cambio en mi vida y ahora soy feliz”.

No podemos olvidar que Almería es mar, sol, turismo, agricultur­a pero también tierra de acogida. Una provincia donde conviven personas de diferentes nacionalid­ades y culturas. Una tierra que ha abierto sus brazos a la inmigració­n, una población que continúa mirando con ilusión hacia el futuro, a pesar de todos los problemas y como dijo el periodista americano Dan Rather: “Coraje es tener miedo pero seguir adelante de todas formas”.

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D.A. Luxita Gina Stranatca lleva trabajando en el sector hortofrutí­cola en Almería desde 2006, cuando llegó definitiva­mente desde Rumanía para quedarse.
 ?? D.A. ?? Gina Stranatca, nacida en Rumanía, se siente tan almeriense como la que más.
D.A. Gina Stranatca, nacida en Rumanía, se siente tan almeriense como la que más.

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