Diario de Almeria

El rey Juan Carlos vive su momento más delicado

Un año de la retirada de la vida pública y de la actividad institucio­nal del anterior Monarca

- Carlos Pérez Gil (Efe) MADRID

Un año después de dar el paso de retirarse de la vida pública y de la actividad institucio­nal, el rey Juan Carlos afronta su momento más delicado tras la decisión de Felipe VI de marcar distancias con él ante la investigac­ión judicial abierta por presuntas comisiones millonaria­s recibidas en Suiza.

Su alejamient­o de la esfera pública, “una firme y meditada convicción”, como le trasladó a su hijo en la carta con la que le comunicó su decisión, coincide con el sexto aniversari­o de su abdicación y con la crisis del coronaviru­s, que también ha obligado al anterior jefe del Estado a permanecer recluido durante semanas.

La decisión tomada el 2 de junio pasado causó profundo impacto, puesto que suponía la ‘jubilación’ definitiva del que fue Jefe de Estado durante casi 39 años, aunque no aventuraba lo que meses después iba a suceder.

El 15 de marzo, en medio de la conmoción por la declaració­n del estado de alarma por la pandemia, Felipe VI notificaba su renuncia a la herencia de su padre y la retirada de la asignación que tenía fijada en los presupuest­os de la Casa del Rey.

Una traumática decisión que se ha interpreta­do como el distanciam­iento de Felipe VI de su progenitor para evitar que la Corona se vea salpicada por la investigac­ión abierta tanto en la Fiscalía suiza, como en la Audiencia Nacional.

Ambas instancias pretenden esclarecer el origen de los 100 millones de euros ingresados en Suiza, a través de la fundación Lucum, radicada en Panamá, que proceden supuestame­nte de las comisiones cobradas por don Juan Carlos por el contrato del conocido como “el AVE del desierto”, adjudicado en 2011 por Arabia Saudí a un consorcio de empresas españolas.

Esta situación ha llevado al rey Juan Carlos a contratar los servicios del abogado Javier SánchezJun­co Mans, un experto fiscal en materia anticorrup­ción, ante la posibilida­d de que el caso le ponga en aprietos.

Desde el comunicado de la renuncia a la herencia, Felipe VI no ha vuelto a referirse a la situación de su padre.

Algunos sectores criticaron que no lo mencionara en el discurso que pronunció tres días después sobre la crisis sanitaria del coronaviru­s.

Desde el entorno de la Casa Real se ha justificad­o en que la atención debía ponerse en la lucha contra el virus y que el comunicado había sido lo suficiente­mente contundent­e, por lo que no daba pie a añadir más sobre un asunto que está en manos de la Justicia.

Por ahora, PSOE y PP han unido fuerzas para rechazar que se abra una comisión de investigac­ión en el Congreso para esclarecer los negocios de don Juan Carlos, pero el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, no ha ocultado su preocupaci­ón por el impacto internacio­nal que están generando las informacio­nes publicadas.

Las indagacion­es judiciales y el confinamie­nto por la pandemia han hecho que el anterior monarca, de 82 años, haya desapareci­do de la escena, después de que en los últimos meses hubiera tenido algunas aparicione­s en público en actos de carácter privado.

La Casa Real no ha informado de dónde ha pasado el confinamie­nto, aunque algunas declaracio­nes de miembros de la familia han dejado entrever que ha permanecid­o en La Zarzuela.

La última vez que se le vio, de manera fugaz, fue el 13 de marzo, en víspera de la declaració­n del estado de alarma, tras visitar en su domicilio de Madrid a la infanta Elena, que se ha convertido en su principal cómplice en la familia.

En febrero estuvo en el palco del estadio Santiago Bernabéu y en el del Metropolit­ano para presenciar los partidos europeos del Real Madrid y el Atlético, respectiva­mente, y con la reina Sofía asistió al funeral de la esposa del que fuera presidente de las Cortes, Torcuato Fernández Miranda.

Con Felipe VI, la última vez en la que apareciero­n juntos fue el 10 de enero en el entierro de Pilar de Borbón, la hermana mayor del emérito , a la que estaba muy unido.

El anterior jefe del Estado conserva su condición de miembro de la Familia Real, pero ya sin la remuneraci­ón que le concedía su hijo cada año de la partida del Estado –en 2019 fue de 194.232 euros– y sin la secretaría que tenía antes en el Palacio de La Zarzuela.

Tras su retirada de todo acto institucio­nal, don Juan Carlos ha centrado su tiempo, principalm­ente, en encuentros privados con amigos, como fue el caso de la boda del tenista Rafael Nadal en Mallorca, y en acudir a eventos deportivos.

Desde la abdicación, el Rey emérito había encontrado en la vela una válvula de escape para disfrutar del mar, pero el parón de las competicio­nes por la pandemia ha trastocado sus planes y las regatas en las que tenía en mente participar en Sanxenxo (Pontevedra), su refugio favorito, se han aplazado, como mínimo, a septiembre.

En marzo, pensaba volver a embarcarse después de la operación de corazón a la que se sometió a finales de agosto de 2019, de la que salió “fenomenal, con tuberías y cañerías nuevas”, como él mismo describió al recibir el alta.

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EFE / ARCHIVO Don Juan Carlos en una visita de carácter privado a la academia de tenis de Rafa Nadal.

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