La disputa política irrumpe en las calles con Bolsonaro envuelto en aprietos judiciales
Las críticos del presidente de Brasil se enfrentan a sus partidarios por sus cuestionadas decisiones
Las violentas protestas del domingo elevan la ya alta temperatura política en Brasil, cuando el país encara el peor momento de la pandemia y la Justicia pone en aprietos al presidente, Jair Bolsonaro. La disputa política que se daba en las redes sociales bajó a las calles, que en los últimos meses habían sido territorio exclusivo del bolsonarismo y sus proclamas calificadas por muchos como “golpistas” por reclamar el “cierre” Supremo y el Parlamento o una “intervención militar”.
Los partidarios del Gobierno de ultraderecha cuentan muchas veces en los actos dominicales con la asistencia de Bolsonaro. El último, en Brasilia, el gobernante se sumó a una manifestación ante el palacio presidencial que exhibía pancartas contra el Supremo y el Congreso y frente a la que llegó a pasearse a caballo con gestos triunfalistas.
Sin embargo, casi al mismo tiempo, en Sao Paulo miles de personas agrupadas en un movimiento “por la democracia” y “antifascista” se lanzaron también a las calles para enfrentar a los partidarios del Gobierno, lo que desembocó en una batalla campal reprimida con rigor por la Policía en plena Avenida Paulista.
Si bien los incidentes no fueron tan graves, hubo violencia y fue la primera vez que los dos bandos en que está dividido Brasil se encontraron en las calles y chocaron de frente. Hasta ahora, la oposición había estado desarticulada y parecía incapaz de encontrar un rumbo. Sin embargo, al tiempo que el apoyo a Bolsonaro en las encuestas cayó del 57% hace un año al 30% actual, han surgido movimientos que instan