Otro paso hacia la igualdad
El debate sobre la profesionalización de la liga nacional se ha politizado
La Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF) pide echar la vista atrás, hasta su creación en el año 2015, para ponderar el avance de la disciplina. Si la entidad puede reparar en la “dimensión social, deportiva y económica” de la Primera Iberdrola es porque su discurso puede detenerse en los hitos conseguidos en el último lustro.
“Hablamos de una competición que en tan sólo cinco años ha conseguido que todas sus jugadoras tengan contratos profesionales, consiguiendo un hito muy especial como fue el I Convenio Colectivo (aún no firmado), con una importante presencia televisiva y audiencias que superan los 6 millones de espectadores al año, convirtiéndose así en la tercera competición nacional en ingresos por comercialización de sus derechos audiovisuales por detrás de LaLiga y la ACB, y que ha sido capaz de llenar los grandes estadios del fútbol profesional”, presumió en su última nota de prensa.
A la existencia de vínculos laborales y a la importancia y dimensión económica de la competición apela la entidad para reclamar al Consejo Superior de Deportes (CSD) la calificación para la Primera Iberdrola de competición profesional.
Como consecuencia de la pandemia sólo han recuperado su actividad la Primera y Segunda divisiones de fútbol y la Liga ACB. La Primera División femenina, como las demás competiciones no profesionales, finalizó de manera prematura y aun quedando ocho jornadas en disputa, el Barcelona fue proclamado campeón.
Precisamente, una de las capitanas del equipo azulgrana reflexionó sobre esta disparidad de criterio. “Yo creo que todos deberíamos ser merecedores de la oportunidad de practicar nuestro deporte”, expuso Vicky Losada, que añadió: “Creo que es cuestión de tiempo y de que sigamos peleando cada deportista en nuestro sector”, abundó. El asunto se ha politizado y todos los grupos parlamentarios hablan estos días de esas reformas necesarias que permitan garantizar la profesionalidad de las mujeres deportistas. El anteproyecto de Ley del Deporte contempla esos avances en la igualdad de derechos laborales y salariales para las deportistas.
Fuentes del CSD manifestaron que “es de total interés para el Consejo que el fútbol femenino adquiera la relevancia y profesionalización que merece”. Recuerdan, de hecho, que la presidenta Irene Lozano centró su tarea en las primeras semanas desde la toma de posesión del cargo “en tratar de mediar para una positiva resolución del convenio para el fútbol femenino”. Pero antes de que el CSD pueda calificar una liga como profesional que darse una serie de pasos. “Serán criterios para la calificación de competiciones de carácter profesional, entre otros, la existencia de vínculos laborales entre clubes y deportistas y la importancia y dimensión económica de la competición. Al respecto, cabe recordar que el convenio del fútbol femenino ni siquiera está publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) porque UGT lo impugnó. También hay que decir que los clubes que conformen esa futura liga profesional deben haberse constituido en Sociedad Anónima Deportiva (SAD), un problema para muchas entidades que no cuentan con un gran club como respaldo.
Profesionalizar la Primera Iberdrola supondría la conversión en SAD de los clubes