Algo más que regeneración
● Luis Enrique modela una nueva hornada con versatilidad y talento
El rejuvenecimiento en bloque que está introduciendo Luis Enrique Martínez en la selección española juntó una delantera ante Suiza en la que Mikel Oyarzabal, con 23 años, ejercía de veterano. A su espalda, Ansu Fati (17), Ferrán Torres (20) y Dani Olmo (22) con una versatilidad que ha enamorado al seleccionador y preparador asturiano, asumieron protagonismo en un partido duro.
La imagen no fue brillante por la disposición táctica del rival, pero la satisfacción de Luis Enrique no se rebajó tras el triunfo por la mínima que mantiene a España líder de su grupo de la Liga de Naciones, destinada a jugarse el primer puesto que da el pase a la fase final en su duelo con Alemania en Sevilla en noviembre.
Un solo gol y regalo de Suiza. Apenas tres remates a puerta. España rebajó su fluidez en los últimos metros. Le faltó paciencia para tocar buscando espacios. No interpretó bien la forma de atacar dos líneas pobladas del rival... pero mordió arriba. Es lo que da jugar con una delantera con 20 años de media de edad. Desbordan energía para desgastarse sin balón y con el estudio realizado del rival, sabían que podían encontrar el premio. Por eso el tanto hizo feliz a Luis Enrique. Sus jugadores apretaron a defensas que sacan siempre el balón jugado y nunca lo rifan en largo. Provocaron el fallo y Mikel Oyarzabal definió con calidad.
Es algo que caracteriza a las nuevas perlas que han dado el salto con premura a la selección absoluta. Dani Olmo puede jugar en las dos bandas, de interior y hasta de falso nueve. Ante Suiza retrasó unos metros su posición por su “perfil técnico del alto nivel” que provoca “que no pierda el balón” y le añade “buen trabajo defensivo”, como desgrana Luis Enrique.
Es sólo un ejemplo de lo que le aportan los jóvenes en su pizarra. Ansu Fati aparece pegado a banda izquierda pero tiene cualidades en la definición y un gran remate de cabeza para jugar de segundo delantero. Ferrán Torres desborda pegado también a la banda derecha pero aparece por la zona del nueve con peligro y Oyarzabal no se fijó entre centrales, se dejó caer a los terrenos del costado derecho, intercambió posiciones y tuvo el olfato de un delantero para estar donde se genera el peligro. Resultado, un gol y un disparo al poste.