AUTONOSUYAS
RESULTA que Austrasigildo, el peculiar alcalde de Rebollar de la Mata interpretado por Alfredo Landa en Las Autonosuyas (1983), iba a tener razón. En tono de farsa y parodia humorística, la cinta ya previó que ‘chupar del bote’ iba a convertirse en deporte nacional. Casi cuarenta años después y con una clarificadora pandemia mediante, resulta más o menos convincente que el famoso ‘café para todos’ de Manuel Clavero al final nos ha llevado a un callejón sin salida. Con tantas competencias derivadas el Estado se ha quedado como mero florero, muestra irrefutable fue la exasperante gestión que el Ministerio de Sanidad hizo de la explosión del coronavirus y el consiguiente confinamiento. Con el desconfinamiento parecía que las cosas iban a mejorar, pero los reinos de taifas que son hoy en día las Autonomías, cada cual con su reyezuelo/a mirándose su propio ombligo, nos han convertido también en el peor país en gestionar la segunda ola vírica. Y uno se pregunta, ¿hacen falta las Autonomías? O al revés, ¿de qué sirve un Estado tan descentralizado?