PACIENCIA
DESDE que el jeque y su séquito tomaron las riendas de la entidad parece que todo debe ocurrir siempre a un ritmo frenético en la Unión Deportiva Almería. La afición, esa misma que ha aguantado lo inaguantable años atrás con la gestión de Alfonso García en su última etapa como presidente, en la que no hay que olvidar que el equipo rojiblanco rozó la Segunda División B en varias ocasiones, lo quiere todo ya, ahora. Por lo menos un grueso considerable de la grada
La afición, esa misma que hace pocos años rezaba para no verse en 2ª B, debe dar tiempo a la UD Almería
unionista, según puede uno deducir si se da una vuelta por las redes sociales y lee los comentarios de los fieles. Dicha prisa es entendible, sobre todo si un saudí multimillonario, con un discurso más que motivador, se hace cargo de un club que ahora no escatima en gastos en cuanto a fichajes y que acaba de presentar un proyecto cinco estrellas para el Mediterráneo. No quiero decir con eso de no escatimar que se desperdicie el dinero, ya que la operación de Darwin Núñez es una muestra de que esta gente no ha venido aquí a gastar por gastar. El potencial económico es más que evidente, lo que lleva a los seguidores a dejarse llevar por la ilusión, como no podría ser de otra forma. El problema, sin embargo, es el ansia de muchos aficionados. Está claro que la UD Almería no ha empezado con buen pie este curso liguero, por lo menos no con el que todos esperábamos, pero todavía queda mucho margen y las cosas, en el fútbol, aunque sea importante empezarlas bien, al final son como acaban. Todos tenemos ganas en esta ciudad de ver a los rojiblancos en Primera División, deseamos que sea este el año del retorno a la máxima categoría, y sería un palo no lograrlo, la verdad, pero los grandes proyectos siempre necesitan su tiempo y a veces no dan resultado a la primera, como ya se pudo comprobar el curso pasado. Alfonso García llevó a la UDA a la gloria de la Liga de Fútbol Profesional, con Turki Al-Sheikh la entidad seguramente llegará aún más lejos. Hay que tener paciencia.