Cataluña endurece las restricciones y España supera los 900.000 contagios
● El ‘Govern’ cierra bares y restaurantes dos semanas y reduce el aforo al 30% en locales comerciales para contener al Covid
El coronavirus avanza en la llamada segunda ola, que ya cerró las puertas de España al turismo extranjero en verano, sin que las medidas puntuales puestas en marcha en diversos territorios hayan conseguido frenarla, lo que obliga a extremar las restricciones, como hizo ayer Cataluña con el cierre de bares y restaurantes durante un mínimo de 15 días.
Ese avance del SARS-Cov-2 causante de la enfermedad de la Covid-19 queda patente en los 11.970 nuevos contagios (y 209 fallecidos) notificados ayer, que elevan el total por encima de los 900.000 (908.056) con 1000.000 durante los últimos diez días.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se mostró gráfica: “No podemos parar la actividad económica, pero nos tenemos que adaptar para salvar vidas y tener en cuenta dónde se está produciendo el grueso de los contagios, como el ámbito familiar y los ámbitos de socialización, donde uno se quita la mascarilla mientras come”.
El cierre de bares y restaurantes en Cataluña, que sólo podrán servir comida para llevar, será extensivo a los servicios con contacto físico, menos peluquerías, y se completa con la reducción del aforo al 30% en locales comerciales y al 50% en gimnasios y actividades culturales, que deben finalizar a las 23 horas.
Diez comunidades autónomas superan –algunas ampliamente– el dato de incidencia de Cataluña, incluida Madrid, donde ayer era del 463,14 –sin incluir los habituales retrasos de notificaciones que lo elevan a posteriori– con 3.932 ingresados en centros sanitarios, 477 en cuidados intensivos.
Pero el caso de Madrid circula por otros derroteros, que en su día también frecuentó el ex presidente catalán Quim Torra: la pugna con el Gobierno sobre la gestión de la epidemia, circunscrita ahora al estado de alarma decretado por el Ministerio de Sanidad tras negarse la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, a cerrar la capital y las principales ciudades de su conurbación para frenar la transmisión.
Se trataba de cumplir con unos parámetros de contagios, positividad y ocupación de UCI que supuestamente habían sido pactados, como hizo público el vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, de Ciudadanos, que avanzó ayer el compromiso del Gobierno de no prorrogar el estado de alarma más allá de los quince días actuales.
“Sería extraordinario disponer de vacuna a finales 2021-2022”, afirmó ayer el catedrático de Salud Pública y decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona (UB), Antoni Trilla, en la lección inaugural del curso titulada “Epidemias, pandemias y lecciones”.
El Gobierno espera que el estado de alarma no dure más de dos semanas en Madrid