“Las calles son un desierto, los vecinos lo están haciendo bien”
● El alcalde de Antas, Pedro Ridao, achaca la elevada incidencia a los excesos navideños y confía en una inminente mejoría de la estadística
El alcalde socialista de Antas, Pedro Ridao Zamora, afronta la tercera ola de la COVID-19 con la preocupación de haber llegado a una situación angustiosa, con una de las mayores tasas de incidencia acumulada de Andalucía, pero no se resigna, ni muchos menos, al sentido trágico de la pandemia y se siente orgulloso por el comportamiento ejemplar de sus vecinos en tiempos de conmoción y mascarillas.
Después de los excesos de las fiestas navideñas que lastran prácticamente a toda la provincia, se multiplicaron los positivos y el impacto de la crisis sanitaria. Con celeridad se tomaron todas las medidas a su alcance, intensificando la vigilancia para evitar incumplimientos que favorecen la propagación del virus, y desde hace casi dos semanas cuentan con el cierre perimetral y el cese de toda actividad no esencial decretado por la Junta de Andalucía. “Creo que lo fácil ahora es culpar a la juventud, responsabilizar a los ciudadanos de los brotes y aumento de contagios, pero las administraciones dejaron rienda suelta en la Navidad y todos lo hicimos mal porque aquí a partir del día de Reyes se disparó”, argumenta.
A la Subdelegación del Gobierno solicitaron un refuerzo de la Guardia Civil y a la Consejería de Salud y Familias un cribado que han tenido esta semana. Además de controlar el uso de mascarillas y distanciamiento social, la Policía Local de Antas ha estado a pie de calle controlando el aforo de los locales e incluso dos horas después del cierre para evitar encuentros posteriores. Pedro Ridao, que se reunía todos los días con el jefe de Policía Local para valorar la respuesta vecinal, también incidió en la importancia de frenar la movilidad con los grandes municipios del entorno, como Cuevas del Almanzora y Vera, con menores tasas de incidencia pero con un número más significativo de contagios.
Han sido medio centenar de multas por incumplir las medidas del decreto andaluz. Pero tiene claro que la actitud de sus vecinos está siendo ejemplar e incluso colaboran informando cuando alguien se salta la cuarentena. “Les
Esta semana va a ser clave, estamos pidiendo que se queden en casa y que salgan sólo lo imprescindible”
hemos pedido que salga sólo lo imprescindible y están en casa, las calles son un desierto, lo están haciendo bastante bien, estoy muy orgulloso de su comportamiento en un momento tan difícil como el que vivimos”.
El alcalde de Antas, que está en el cargo desde junio de 2019, confía en que mejoren los datos de forma inminente. “Esta semana va a ser clave, están saliendo ahora los familiares de los primeros positivos, pero en cuanto pasen unos días dará resultado el comportamiento de los vecinos”.
cial de la tasa de contagios, pero tiene claro que pronto bajarán la tasa que hoy tienen por las nubes.
“Hay miedo en el pueblo, el virus está tocando a muchas familias, si no un hermano, un primo y ahí es cuando te das cuenta, hasta que no te toca de cerca parece que no es tan malo”, explica Pedro Casquet, propietario de la frutería Sol de la Huerta. Su negocio sigue funcionando y hacen más repartos a domicilio para las familias que están confinadas. Es un privilegiado por seguir trabajando y lamenta las consecuencias económicas que conllevará el cierre de la actividad no esencial a sus compañeros de calle. Negocios de ropa y bares con la persiana bajada desde hace ya doce días y así se mantendrán durante un tiempo, aunque inicialmente las normas estarán en vigor hasta el domingo, porque se irán renovando las restricciones hasta que bajen la incidencia acumulada. A día de hoy sólo Antas, Cóbdar y Bacares superan la tasa de cinco casos por cada cien mil habitantes, un nivel máximo de alerta que solapa cualquier escenario anterior.