Diario de Almeria

El crimen de Venta Ramírez

Historia. Probableme­nte este suceso sea el más antiguo conocido popularmen­te en la provincia de Almería. La fuerte enemistad y el odio entre dos familias tuvo un fatal desenlace

-

AUNQUE este crimen pertenece cronológic­amente al siglo XIX resulta de sumo interés recuperar el caso por cuanto de importanci­a y trascenden­cia tuvo en su época en la provincia de Almería, cuyo eco se propagó hasta la primera década del siglo XX eclipsado entonces por el terrible suceso de “El crimen de Gádor” ocurrido el 27 de junio de 1910.

El crimen de la “Venta Ramírez” aparece en los anales de la historia del crimen en España. Un crimen de odio larvado durante muchos años que enfrentó a dos familias conocidas en la Almería de aquellos tiempos. Posiblemen­te este caso sea el crimen más antiguo o conocido a nivel popular en la provincia almeriense en los últimos dos siglos.

El 11 de febrero de 1884, sobre las once de la mañana, Antonio Hernández Soler un pastor que llevaba sus cabras a pastar informó a una pareja de la Guardia Civil del servicio de carreteras sobre l a presencia de un cuerpo sin vida en la zona abrupta del barranco de San Telmo, cuyo cadáver semioculto entre matorrales y pencas se avistaba desde donde se encontraba el pastor y su rebaño.

Los agentes desplazado­s hasta el lugar- donde en la actualidad se encuentra Bayana- comprobaro­n de inmediato que el cadáver correspond­ía a un hombre fallecido por una muerte violenta. En una de las manos aún llevaba una tijera de podar y según las estimacion­es de los agentes de l a Benemérita el hombre llevaba ya muerto entre cuatro y cinco horas.

El cuerpo tenía dos heridas por arma de fuego cuyos perdigones de posta se habían expandido especialme­nte sobre la zona torácica y miembros inferiores, presentand­o además otra herida profunda en la cabeza, posiblemen­te y por sus caracterís­ticas l a que definitiva­mente le ocasionara la muerte. Estaba boca abajo y fue tiroteado por la espalda. No le dio tiempo a utilizar la escopeta que siempre llevaba consigo. El arma se halló en la pequeña vereda de acceso al barranco a unos dos metros del cadáver. Fue cazado mientras cortaba unas plantas.

La victima fue identifica­da como José Ramírez Padilla, propietari­o de la popular y conocida Venta Ramírez existente a unos dos kilómetros de donde se halló el cadáver.

Según declararon entonces los familiares, ese día a primeras horas de la mañana la victima pensaba ir a su finca situada a poco mas de un kilómetro de su casa para sembrar un bancal de patatas y además tenía concertada para antes de medio día la venta de unos sacos de simiente a dos agricultor­es de la zona.

Sin embargo José Ramírez Padilla no llegó al cortijo El Balsón. Alguien acechándol­e y en la penumbra de las primeras luces del día le descerrajó dos tiros que acabaron con su vida. Nada más conocerse el asesinato, de inmediato la Guardia Civil centró sus investigac­iones en una familia vecina conocida como “Los López” empleados en el cobro de la renta de consumo en el fielato, sospechoso­s de su implicació­n en el crimen. A la Benemérita le constaban la existencia de numerosas amenazas de muerte por parte del patriarca de la familia Diego López Gómez de 62 años contra los miembros de Los Ramírez, enfrentado­s según se decía ,desde muchos años antes por unos problemas de tierras.

La victima incluso informó al propio gobernador civil y en el juzgado sobre estas amenazas que le llegaban por medio de “avisadores “e incluso mediante cartas. Ambos clanes familiares sostenían desde hacía años frecuentes enfrentami­entos en los que no faltaron tumultos y riñas con cruce de disparos de por medio.

Según la investigac­ión de la Guardia Civil-ref lejada en la sentencia de la Audiencia de Almería-Diego López, el patriarca y uno de sus hijos buscaron a un oscuro personaje para asesinar a Ramírez. Habían ideado una fórmula para quitárselo de en medio.

Se trajeron de la localidad de Polopos a Antonio Moreno Martín de 38 años, un individuo de mala fama y de escasos recursos económicos a quien colocaron como tapadera en el negocio de la renta de consumo, aunque el auténtico fin de su venida hasta Almería fue para acabar con la vida de José Ramírez Padilla como así quedo sobradamen­te probado durante la celebració­n del juicio en la capital. Sobre este sujeto en particular la Guardia Civil fijó toda su atención con el objetivo de esclarecer el caso.

El día del crimen por la mañana alguien lo vio escopeta al hombro merodeando por las inmediacio­nes de la

Venta Ramírez y el barranco de San Telmo.

Las declaracio­nes de un testigo, José Estrella, echaron por tierra todas cuantas coartadas se había preparado el sujeto que incluso después de asesinato se afeitó la barba para cambiar de apariencia, alegando que lo hizo por los calores. La Guardia Civil le aclaró que aún faltaba para el verano y que se encontraba­n en el mes de febrero. Incluso el mismo día del asesinato y antes de su detención, el criminal se encontró fortuitame­nte con el cabo de carabinero­s José Araus Martín a quien le dijo que tenia intención de marcharse a Madrid porque había tenido unos problemas con Los López a l os que considerab­a unos sinvergüen­zas. Ignoraba que la Guardia Civil ya lo tenía enfilado como principal sospechoso.

Una vez detenido nuevos testigos declararon haberle visto por el camino de

Eníx, alejándose de

Los asesinos acabaron con la vida de la víctima de varios disparos por la espalda

prisa por la zona la misma mañana del crimen, incluso unos días antes de cometer el asesinato Antonio Moreno le pregunto al alguacil del juzgado sobre que pena se le imponía a quien matase a un hombre. Fue de alguna manera un crimen anunciado. Toda la gente del entorno de Los Ramírez sabían que el patriarca estaba amenazado de muerte. Los López se la tenían jurada.

En relación con el caso l a Guardia Civil arrestó junto a Antonio Moreno Martín a Diego López Gómez de 68 años y a otras ocho personas más, los siete hijos y un sobrino del patriarca familiar por su implicació­n en el crimen.

La Audiencia Provincial de Almería condenó el 27 de noviembre de 1.885 a Antonio Moreno y Diego López a las penas de cadena perpetua por considerar al primero autor material del crimen y al segundo inductor del asesinato sentencias que fueron firmadas por el magistrado ponente José Muñoz y Gaviria junto a los jueces Carlos Halcón y Manuel Yaquero.

Los hermanos Francisco, Juan, Diego y Luis López Rubio fueron condenados a penas entre los 15 y 17 años de prisión. Lo otros dos hermanos y el sobrino fueron absueltos.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain