Fui el primero en sacar los entrenamientos de la sala”
LEO Porolli lleva toda su vida entrenando. Primero como profesional del voleibol y hace década y media como entrenador personal. Por su forma de ser, prefiere entrenar al aire libre que hacerlo en una sala. “Al aire libre entrenas con mucho oxígeno, en libertad, no respiras el sudor de otros. Fui de los primeros en entrenar al aire libre, al principio nos miraban como locos. Estamos en un lugar ideal para entrenar así, la gente prefiere entrenar al aire libre”, dice el argentino.
El preparador personal, al que le gusta entrenar en la playa, en zonas donde no hay gran afluencia de bañistas, habla de los beneficios de entrenar al aire libre. “Estás relajado, la gente entrena con más ganas, tienes contacto con la naturaleza... Eso es muy beneficioso para la salud y para la mente ante una jornada estresante de trabajo, sobre todo ahora que estás encerrado teletrabajando”.
Por su experiencia como profesional, desde siempre ha insistido a sus clientes para que guarden distancia entre ellos. “Nunca me ha gustado que la gente esté junta, que se toquen cuando estén sudando. Siempre hemos mantenido una distancia social, no sólo ahora. Mis deportistas guardan de tres a cuatro metros de distancia, cada uno tiene su material que limpiamos al final con productos higiénicos”.
Acostumbrado a entrenar en la playa del Zapillo, Costacabana o en los parques de la Vega de Acá, Leo no tiene problemas en realizar entrenamientos variados y espectaculares. “Hay mucha gente que nos mira porque últimamente he metido unas técnicas novedosas: se llama TacFit. Es una escuela americana que muestra beneficios a corto plazo”.
Finalmente, Leo destaca a dos de sus deportistas. “Tengo a dos embarazadas de seis meses. Empezaron al principio del embarazo y son un ejemplo. Tienen sus tiempo de descanso, su seguimiento personal, ya que les controlo de forma exhaustiva las pulsaciones. Están hechas unas bestias”.