La transformación digital como motor para repensar el sistema
● La Fundación Instituto Roche reúne a varios expertos para lanzar recomendaciones
Pasar de una realidad analógica a una digital es uno de los procesos naturales del cambio cultural que impregna las primeras décadas del siglo XXI. Y la cultura conforma la mentalidad compartida con la que se diseñan y estructuran las instituciones, también las sanitarias. Se suele hablar en muchas ocasiones de paradigmas, de nuevos horizontes tecnológicos que van a cambiar la realidad de los sistemas. Distinguir los cantos de sirena de la realidad tangible y proyectable es a veces cansino. Para acercar a lo concreto muchas de las ideas que tienen que ver con la digitalización de los sistemas de salud, a partir del análisis de iniciativas relevantes en nuestro entorno, un grupo de expertos de perfil mixto, impulsado por la Fundación Instituto Roche, ha elaborado una ‘Propuesta de recomendaciones para la transformación digital del sistema sanitario para la incorporación de la Medicina Personalizada de Precisión’ que se presentó el pasado miércoles en rueda de prensa.
Los autores del informe han analizado diversas iniciativas relevantes a nivel internacional, nacional y autonómico, para identificar y extraer elementos comunes, así como buenas prácticas o experiencias de éxito que podrían adaptarse a nuestro país. Tras este análisis previo, el panel de expertos ha elaborado un listado de 50 recomendaciones en 5 áreas clave que serán de utilidad para la plena transformación digital del sistema sanitario en nuestro país. Estas áreas son la innovación tecnológica e infraestructura digital, la gobernanza, ética y su regulación; la organización de la información y seguridad; el Talento, la formación y especialización y, por ultimo, el modelo asistencial y salud pública.
Varios de los expertos que han colaborado en la elaboración de este informe han detallado algunas de las recomendaciones concretas del documento, como la creación de una Agencia de Salud Pública, la realización de estudios que permitan conocer y comprender mejor las necesidades de los pacientes y sus familiares para diseñar herramientas que contribuyan a dar una respuesta más eficiente y personalizada, o la incorporación de los resultados obtenidos en proyectos de investigación de Salud Digital aplicada a la Medicina Personalizada de Precisión en la práctica asistencial.
Entre los participantes está Joaquín Dopazo, director del área de Bioinformática de la Fundación Progreso y Salud de la Junta de Andalucía. El experto ha señalado que por sus dimensiones, su alcance y el punto de partida la iniciativa internacional más aplicable a España es el proyecto Genome England (Reino Unido). “La idea de generar una estructura dependiente del Ministerio de Sanidad que se pudiese usar desde los sistemas de salud de cualquier comunidad autónoma y que favoreciese el uso de los datos genómicos y clínicos asociados en la práctica clínica sería un gran paso adelante. En cierto modo el plan de Medicina Personalizada nacional pretende algo parecido”. Además, ha añadido que “para empezar a recortar nuestras diferencias con los países de nuestro entorno y entender desde el Estado que los presupuestos dedicados a I+D no son un gasto sino una inversión rentable a medio-largo plazo. Se puede empezar la transformación de forma adecuada a la capacidad de inversión, no es necesario hacer toda la transformación de golpe, pero no se puede postergar más. Los fondos Europeos de Recuperación pueden ser una buena oportunidad para financiar proyectos en esta dirección”. Por otra parte, subraya, muchas de las recomendaciones del informe no se refieren necesariamente a gastos sino a cómo eliminar barreras administrativas u organizacionales que lastran las posibilidades de digitalización del sistema sanitario.
Junto a él han participado Adrián Llerena, catedrático de Farmacología Clínica; Pablo Serrano Balazote, director de Planificación del Hospital Universitario 12 de Octubre; Álvaro RodríguezLescure, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica y Federico Plaza, vicepresidente de la Fundación Instituto Roche.
Muchos objetivos no son inversiones, sino eliminación de barreras y cargas administrativas