MAESTROS DE VIDA
ALO largo de nuestra ya dilatada vida hemos ido acumulando enseñanzas de los que llamamos maestros de vida, es decir, de sabios que en la historia han sido. Si alguien cree que nos vamos a referir a Platón o similares, está muy equivocado. Somos algo más originales. O pedestres, según se mire. Empezaremos por los más conocidos: Rafael “El Gallo”, con su “Verdaderamente tiene que haber gente pa’tó”. Se cuenta que lo dijo cuando le presentaron a Ortega y Gasset y le dijeron que era filósofo. Indica tolerancia y sorpresa a partes iguales; y anima a aceptar la diversidad del mundo. Le sigue Pepa Flores “Marisol” con su sentencia “La vida es una tómbola”. Anima a resignarnos ante lo que nos toque en la vida. Aunque también implica que, como en cualquier rifa, cuánto más números lleves más probabilidades tienes de ganar. O de perder, depende de lo que se rife. El almeriense Paco Cañizares afirmó: “La elegancia es incómoda”, cuando nos ajustaba los ropajes de Reyes Magos –que él diseña habitualmente- con los que salimos en la cabalgata del 5 de enero 1992. Viene a ser como el viejo dicho “El que algo quiere algo le cuesta”, pero expresado con elegancia y originalidad, dos cualidades de Paco que hay que imitar. El directivo f lamenco onubense, Manolo Rodríguez aportó una sabia máxima: “Hay más hijoputas que pajarillos”. Lo dijo en una reunión en la que se le impidió usar los fondos de la institución benéfica ITEAF para cubrir gastos del Congreso de Actividades Flamencas de Huelva de 1985. Constata amargamente la dureza de la vida diaria en este valle de lágrimas, por lo que es una frase que usamos con asiduidad, prueba de su sapiencia y profundidad. Un personaje poco conocido, perteneciente a una especie ya casi extinguida, fue “El tonto de Fuentesanta” quien nos ha dejado un soberbio apotegma “Coño, cá uno a su avío”. Lo dijo en una ocasión en que estaba orinando en la calle y le regañaron porque podían verlo los niños y las mujeres. Defiende la libertad de cada uno ante las imposiciones sociales de todo tipo. Un poner, lo de la Ayuso ante las críticas por abrir los bares mientras caían como chinches los viejos en las residencias. Tiene relación con el antiguo aforismo “Cá uno es ca’ uno”.
Aunque ya sabernos que la experiencia de cada uno es intransferible, porque nadie escarmienta en cabeza ajena, hemos soltado esta ristra de asertos para no tener que escribir sobre la pelea del PSOE andaluz, los sucedáneos del toque de queda o el reparto de las vacunas.
Como en cualquier rifa, cuánto más números lleves más probabilidades tienes de ganar. O de perder, depende de lo que se rife