El injerto de olivos para combatir la verticilosis no pasa la prueba en campo
La verticilosis, causada por el hongo Verticillium dahliae, es el mayor problema para el olivar andaluz porque no existe un método de control químico efectivo para la enfermedad. Además, las variedades de olivo usadas tradicionalmente son muy susceptibles a la enfermedad y a pesar de haber variedades resistentes no existe ninguna que sea inmune. Esto, sumado a la capacidad del hongo para sobrevivir en el suelo durante muchos años, crea una situación preocupante para la comunidad agrícola.
La opción actual para hacer frente a la situación pasa por el análisis del terreno en el que se va a establecer una nueva plantación y la elección de una variedad que no sea susceptible. Sin embargo, las variedades tradicionalmente usadas en Andalucía por sus mejores características agronómicas como picual, hojiblanca o manzanilla son muy susceptibles a la enfermedad, mientras que las variedades más resistentes no tienen las características agronómicas deseadas por el agricultor.
El grupo de investigación ‘Pomología | AGR-157’ de DAUCO adscrito al ceiA3, del que forma parte la Universidad de Almería, formado por Pedro Valverde, Carlos Trapero, Diego Barranco,
Concepción Muñoz y Francisco J. López Escudero junto a investigadores del IFAPA han evaluado el uso de patrones resistentes en un terreno con alta concentración de Verticilium dahliae durante cuatro años y medio. Con este ensayo, pudieron comprobar que, al contrario de lo que se pensaba, los patrones resistentes no fueron capaces de evitar la infección del árbol y, al cabo del tiempo, la mortalidad de árboles fue igual para aquellas variedades susceptibles plantadas solas y para las que fueron plantadas sobre patrones resistentes.